ACAPULCO,
Gro., 03 Marzo 2016.- La familia acusada de saquear el erario de Guerrero y
comprar negocios con dinero que era destinado a los pobres, y por cuya causa se
les encarceló, han confirmado que en México la impunidad vale mas que la
dignidad del pueblo: un juez les ha liberado bajo caución, lo que ha dejado un
sentimiento de indignación entre los guerrerenses.
Un
juez federal otorgó la libertad bajo caución al ex subsecretario de Finanzas y
Administración de Guerrero, Víctor Ignacio Hughes Alcocer, quien fue señalado
de haber planeado la red de lavado de dinero que permitió el desvío de más de
287 millones de pesos del erario local y federal de esa entidad.
El
ex funcionario durante la gestión de Ángel Aguirre, abandonará en las próximas
horas el penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, Estado de México, lo
mismo seis personas más, ya que están a punto de exhibir las fianzas para
continuar con su proceso penal en libertad.
La
resolución del juez se da luego que la defensa de los inculpados promovió un
recurso con base a la entrada en vigor del Código Nacional de Procedimientos
Penales que establece que el delito de lavado de dinero a nivel federal, ya no
es tipificado grave.
La historia de su
detención
El
11 de febrero del 2015, la agencia de la revista proceso, APRO, publicó que la
Procuraduría General de la República (PGR) abrió una investigación contra
integrantes de la familia Hughes por su presunta participación en el delito de
operaciones con recursos de procedencia ilícita, y este miércoles detuvo a los
jefes del clan, los hermanos Víctor Ignacio y Henry Paul Hughes Alcocer.
Ambos
son señalados como pieza clave en las transferencias de recursos públicos
desviados a Mateo Aguirre Rivero y Luis Ángel Aguirre Pérez, hermano y sobrino
del gobernador con licencia, Ángel Heladio Aguirre Rivero, arrestados ayer.
Otro
de los detenidos es Víctor Felipe Hughes Acosta, de 37 años, quien actualmente
se desempeña como notario público en el municipio indígena de San Luis Acatlán,
en la región de la Costa Chica.
Antes
de solicitar licencia, el exgobernador Ángel Aguirre otorgó la patente a Hughes
Acosta –hijo de Víctor Ignacio Hughes Alcocer, exsubsecretario de Finanzas de
Guerrero–, quien previamente se desempeñó como secretario ejecutivo del Consejo
Estatal de Seguridad Pública.
Hasta
el momento suman siete los integrantes de la familia Hughes detenidos: Víctor
Ignacio y Henry Paul Hughes Alcocer, y los hermanos Víctor Felipe, Paulo
Ignacio, Mauricio Francisco, Alejandro Carlos y Jorge Eduardo Hughes Acosta.
Junto
con Mateo Aguirre Rivero, conocido como El Señor del 20 por ciento, y Luis
Ángel Aguirre Pérez, los Hughes fueron recluidos en el penal federal del
Altiplano, acusados por la PGR de desviar recursos públicos de entidades
federales y locales como la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Banobras,
Tesorería de la Federación, Comisión Estatal del Agua, Consejo Estatal de
Seguridad Pública y la Comisiones de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria
del Estado de Guerrero (CICAEG).
Una
fuente oficial reveló a Apro que la dependencia también busca al actual
director general de la Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento
del estado, Arturo Palma Carro.
El
funcionario, Mateo Aguirre y Henry Hughes, supuestamente se repartieron los
contratos para ejecutar la obra hidráulica Acueducto Lomas de Chapultepec,
ubicada en la zona de Barra vieja, al oriente de Acapulco, con una inversión de
más 800 millones de pesos según el dictamen oficial.
Además
de Palma Carro, los agentes federales tratan de ubicar al exdirector de la
CICAEG, Juan Manuel Tinoco Reyna, presunto prestanombres de algunas empresas de
Mateo Aguirre Rivero.
La
vida social de Los Hughes en Acapulco
Para
algunos integrantes de la familia Hughes es común exhibir en las redes sociales
fotos de sus viajes al extranjero, anunciar la apertura de sus negocios y posar
con jerarcas de la Iglesia católica.
Jorge
Eduardo Hughes Acosta, uno de los siete detenidos, se ha caracterizado por
presumir en Facebook sus viajes a Washington.
No
sólo eso, el empresario que realizaba negocios al amparo del poder refleja en
sus textos su animadversión a las protestas encabezadas por el movimiento
magisterial para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas
desaparecidos en Iguala, el pasado 26 de septiembre.
El
31 de octubre de 2014, Jorge Hughes subió una foto en la que se observan varios
autobuses estacionados sobre la costera Miguel Alemán, durante una marcha en
Acapulco por Ayotzinapa, y escribió el siguiente comentario: “Malditos
manifestantes no es posible que 500 gentes con camiones robados afecten a miles
de ciudadanos. Dejen trabajar basuras”.
Dos
meses después presumió imágenes del antro “Believe”, que se atribuye como
propio y que se encuentra ubicado sobre la exclusiva zona de la avenida
escénica donde anteriormente se encontraba el restaurante Baikal.
Y
Patricia Acosta, esposa de Víctor Ignacio Hughes Alcocer y madre de los Hughes
Acosta, exhibe en su cuenta personal de Facebook su devoción por la fe
católica.
La
mujer incluso refiere que estudió en la escuela formadora de valores del
Instituto Pontificio, y para ratificarlo muestra en su foto de perfil una
imagen donde ella y su marido flanquean al arzobispo de Acapulco, Carlos
Garfias Merlos, durante una fiesta privada en un exclusivo lugar del puerto.
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