Sin
Embargo/Foto: Cuartoscuro.
GUERRERO,
03 Marzo 2016.- Se ha hecho viral en las redes sociales la nota de opinión que
el diario Sin Embargo publicó el pasado 18 de diciembre de 2015, donde señalan
que el gobernador de Guerrero es un nuevo funcionario incapaz.
No
se sabe aún de quién fue la idea, ni quién le sugirió al priista Héctor
Astudillo Flores, Gobernador de Guerrero hace más de 50 días, ir a la Ciudad de
México el lunes y dar una conferencia de prensa en la mismísima sede de la
Secretaría de Gobernación (Segob), para hablar de los grandes avances en la
seguridad de su estado y, de paso, presumir que la actividad turística se ha
recuperado, especialmente lo que denominó “el turismo de romance”, lo que dejó
a los reporteros capitalinos con cara de ¡what!
Tampoco
se sabe quién le negó a Astudillo Flores la información que, el martes pasado,
le reventó en el rostro, o si fue la desfachatez que despliegan algunos
políticos para sostener verdades absolutas la que lo llevó a negar los hechos
con toda contundencia: el hallazgo y recuperación de al menos 19 cuerpos en un
barranco de la comunidad de Chichihualco, que pertenece al municipio Leonardo
Bravo, localizado a unos 35 kilómetros al noroeste de Chilpancingo, la capital
de esa entidad.
El
mismo martes, la oficina del Gobernador priista emitió un comunicado oficial en
que declaraba “falsa la versión de existencia de cuerpos en barranca de
Chichihualco” y, para colmo, luego anuló el pronunciamiento sin emitir
explicación alguna.
De
acuerdo con el comunicado anulado, agentes de la Secretaría de Seguridad
Pública del estado realizaron un sobrevuelo para “ubicar el punto en donde
presuntamente un grupo multidisciplinario de la Fiscalía de Búsqueda de
Personas Desaparecidas (de la PGR) recuperó al menos 19 cuerpos, pero el
resultado fue negativo”.
El
director de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la
Subprocuraduría de Derechos Humanos de la Procuraduría General de la República,
Joaquín Torres Osorno, había confirmado ese mismo día el hallazgo y
recuperación de 19 cuerpos en un barranco de la comunidad de Chichihualco, ocho
de ellos semicalcinados, en una reunión con familiares de desaparecidos
realizada en Iguala.
Un
día después, el miércoles pasado, el Gobernador Héctor Astudillo afirmó a la
prensa que había conversado con José Juan Monroy García, delegado de la PGR en
el estado, y que éste le aseguró que no había “ninguna diligencia” al respecto.
“Eso
no existe [el hallazgo de los cuerpos]. ¿Por qué insisten en hablar de algo que
no es correcto?”, preguntó Astudillo a los periodistas.
Bueno,
pues ayer al bien informado Gobernador guerrerense, que se placea por la
Secretaría de Gobernación, ahí donde despacha Miguel Ángel Osorio Chong,
mientras en su estado la violencia sigue masacrando a sus paisanos, se dijo,
por fin, enterado de los hechos.
Después
de negarlo por dos días, Astudillo Flores expuso: “Efectivamente, la
Procuraduría General de la República
tiene en sus manos la investigación del hallazgo de los cuerpos”, y
agregó que haber sido informado al respecto hace apenas “20 minutos” por el
delegado de Fiscalía en Guerrero, José Juan Monroy.
También
afirmó desconocer –lo cual es comprensible debido a su alto grado de control
sobre lo que sucede en la entidad– “el
número preciso de cuerpos” recuperados y, al ser interrogado de si sumaban 19,
el político del Partido Revolucionario Institución (PRI) respondió con otra
perla: “Por ahí debe andar el asunto”.
Lo
de Astudillo es lamentable por donde se vea, pues su incapacidad quedó a la
vista de todos. Y más lamentable aún por los guerrerenses que no ven cómo este
Gobernador pueda abonar al progreso del estado, comenzando por un proceso de
pacificación que genere estabilidad, confianza y desarrollo en una de las
entidades más pobres del país y más castigadas por los grupos del crimen
organizado también integrados, para variar, por políticos y empresarios del
estado.
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