CIUDAD
DE MÉXICO., 10 Febrero 2016.- Erick Ulises Ramírez Crespo, alcalde de Cocula,
Guerrero, fue recluido en un penal federal del estado de Guanajuato por su
presunta responsabilidad en el delito de delincuencia organizada con la
finalidad de cometer delitos contra la salud.
De
acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), en las próximas
horas el edil rendirá su declaración preparatoria ante el juez de turno, quien resolverá
su situación jurídica.
La
orden de aprehensión fue librada el pasado 30 de enero por el juez Noveno de
Distrito con sede en Iguala.
Ramírez
Crespo fue detenido por primera vez el 29 de octubre de 2015 en un operativo
realizado en Cuernavaca, Morelos mientras se encontraba con Adán Zenen
Casarrubias Salgado, El Barbas, hermano de Sidronio Casarrubias Salgado, líder
de Guerreros Unidos, el grupo criminal al que la PGR responsabiliza de la
desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
En
aquella ocasión pasó tres días en las instalaciones de la Subprocuraduría
Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) y
posteriormente fue llevado a la Casa de Arraigo, donde cumplió una medida
cautelar de 40 días. El 11 de diciembre obtuvo su libertad ante la falta de
elementos para consignarlo.
El
pasado martes 9 fue aprehendido por segunda vez en un retén militar, cuando
circulaba sobre la carretera libre Iguala-Cocula.
Tras
la detención de Sidronio Casarrubias, acusado del asesinato de los 43
normalistas, Ramírez Crespo narró a Apro que a las 11 de la mañana del día en
que lo aprehendieron inició su agenda de atención ciudadana y luego se trasladó
a Cuernavaca, Morelos, a una reunión. “Salimos mi chofer, Mariano Zamora
Paredes, mi secretario particular Benjamín Martínez Acosta y yo, con la
intención de ver a un empresario para gestionar un Oxxo o una Bodega Aurrerá
para el municipio de Cocula.
“La
reunión me la programó mi secretario particular con una persona que después
supe era Elías Flores, un abogado a quien yo no conocía. Él era el enlace para
ver al empresario. El encuentro supuestamente sería en Galerías de Cuernavaca,
allí lo esperamos. Después nos dijeron que sería en el restaurante La Cabaña de
Max, cerca de la central de abastos de Emiliano Zapata”.
Al
llegar al sitio, dijo, “el empresario nunca se presentó de nombre conmigo, sólo
me dio la mano en saludo. Empezamos a platicar, yo sobre el Oxxo y la Bodega
Aurrerá, y él me dijo que tenía muy buena relación con Chedraui, que era factible
llevarla a Cocula, que yo sólo consiguiera el terreno para que se estableciera
la tienda en el municipio”.
Después
el supuesto empresario empezó a hacerle preguntas sobre la mina de oro situada
en la comunidad de Nuevo Balsas. Quería saber si aportaba apoyo al ayuntamiento
municipal y si había un sindicato. “Le dije que aportaba recursos al municipio,
le dije que ahora solo ayuda a las comunidades con cemento, pago de agua, pago
de luz…
“Quería
saber si había una situación de amenazas en mi contra, le dije que no, que yo
no tenía ningún problema. Me preguntó si ya tenía director de seguridad,
respondí que estaba esperando al gobernador Héctor Astudillo Flores porque yo
no sabía si iba a ser nombrado por él, por un mando único o por el municipio”.
En
ese momento, sostuvo, llegaron elementos de la Policía Federal y del Ejército,
además de un vehículo con policías municipales de Cuernavaca y después una
Suburban y varias camionetas con soldados. Entraron armados ordenando que nadie
se moviera, que todos se arrojaran al suelo, y pidieron identificaciones.
“Eran
entre 50 y 60 hombres armados del batallón militar de Cuernavaca. Primero nos
trasladan rumbo a Iguala, después se regresan a la Ciudad de México y nos
llevan a la SEIDO. Mis tres compañeros y yo éramos trasladados en una
camioneta”. El supuesto empresario y las dos personas que le acompañaban iban
en otra camioneta.
El
exalcalde de Cocula fue liberado el 11 de diciembre pasado porque la PGR no
aportó los elementos suficientes para consignarlo, y después de casi dos meses
en libertad fue reaprehendido.
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