Chilpancingo,
Gro., marzo 06 de 2019.- He sido trabajador desde niño, desde que estudiaba la
primaria allá por los 90's. Fui empacador en tiendas departamentales nos decían
"cerillitos". Ganaba dinero lavando carros en estacionamientos, les
ayudaba a las señoras a cargar sus bolsas a cambio de unas monedas. En mi
adolescencia y juventud fui mesero, repartía volantes publicitarios en la calle
y luego chofer de combis y taxis allá, en mi amada Iguala.
Orgullosamente
soy hijo de una maestra que siempre buscó evitar que yo trabajara, pero fui
necio y quise ganar mi propio dinero para aportar algo a casa.
Para
ser sincero nunca fui un alumno destacado en la escuela. Era regular; sietes,
ochos y nueves en mis boletas. De vez en cuando aparecía un 10, y también
algunos cincos.
Pero
con mucho esfuerzo incursioné en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) y
estudié Ciencias de la Comunicación en Chilpancingo, donde ahora radico y tengo
a mi familia; mi esposa, un hijo de 6 años y otro que nacerá en dos meses.
Me
gustó reportear, escribir y me hice periodista. Para ello, desde el primer año
de la Universidad trabajé en un periódico que me pagaba 300 pesos semanales
(aunque en realidad era una semana si, otra no), pero ahí empecé a soñar. Tiene
ya casi 12 años de aquella vez que empecé a redactar notas informativas.
Cuando
era estudiante intenté formar un proyecto universitario que fracasó por falta
de dinero y de apoyo de la administración central de la UAGro. Era un periódico
al que llamaríamos "El Zarco", pero todo quedó en la prueba, la
edición cero. Pero funcionó un año como medio digital, sin recursos, pero con
gran entusiasmo de algunos compañeros de la escuela.
Trabajé
para varios periódicos y noticieros radiofónicos estatales. Me tocó huir de
Guerrero, con mi familia, porque me amenazaron por mi trabajo en 2013.
Di
cobertura en los casos Ayotzinapa de 2011 y 2014, también anduve en las zonas
inundadas en el 2013 cuando "Ingrid y Manuel". Caminé con
damnificados, familiares de desaparecidos, pueblos desplazados por la violencia
y mucho más, incluso con tus primeros operadores cuando tenían el Movimiento
por la Defensa del Petróleo; esos que hoy son líderes de tu partido político y
funcionarios federales.
En
2011 creé el proyecto más importante de mi vida: Agencia Periodística de
Investigación (API). Tampoco había dinero, pero, esta vez me decidí a trabajar
para otra empresa periodística e invertir la ganancia en mi propio medio. Así
pasé varios años y siempre estuve en contra de los convenios de publicidad con
instituciones de gobierno. No quería que algún político pretendiera decidir
sobre la línea editorial que yo consideraba fundamental para un buen ejercicio
periodístico, pero sobre todo libre.
A
pesar de la existencia en Guerrero de varias agencias informativas que
regalaban su trabajo a los periódicos porque vivían de convenios con entes
gubernamentales y partidos políticos, logré que varios me dieran la confianza y
empezaron a comprar las notas de API. Así logramos sobrevivir hasta 2018 cuando
usted, Andrés Manuel López Obrador, tomó las riendas del Gobierno de México.
En
esta agencia trabajamos puros jóvenes. Tengo 31 años y soy de los más grandes
de edad en este proyecto. Creo que en API han colaborado personas valiosas,
pero, en especial el equipo que hoy tenemos, son jóvenes profesionales, libres
y con muchas ganas de trabajar anteponiendo el compromiso social por sobre
cualquier otro. A varios de ellos les quitaron otros trabajos en los últimos
meses.
La
primera vez que voté, señor presidente, fue justamente cuando cumplí los 18
años, y fue por usted. Era la primera vez que se candidateaba para la
presidencia.
Por
lo que he visto en mi trabajo, siempre estuve en contra del sistema político
actual, ese que usted también muchas veces criticó, pero hoy lo consagra. Aun
así, la segunda vez que voté fue por usted, en julio del año pasado. Pero ahora
no sólo lo hice por usted sino por todos los candidatos que su partido impuso.
¡VAYA EQUIVOCACIÓN!
Hoy,
tus políticas están metiendo a la Agencia que con tanto esfuerzo construí, en
la más aguda crisis que haya tenido. Tengo que pagar salarios y ya no alcanza
para ello. ¿Sabe por qué? Porque desde antes de su llegada y hasta la fecha,
varios medios que nos compraban información dejaron de hacerlo ante la crisis
en que están hundidos. Cuando usted decía que se recortarían los millonarios
convenios que tenían los medios de comunicación, yo lo veía bien y pensé que no
me afectaría, pero la realidad me hizo ver que me equivoqué. Sus
"grandiosas" políticas fueron: bajar convenios a la mitad.
En
realidad, si nadie le ha dicho, lo que provocó con eso es darle el tiro de
gracia a medios pequeños y medianos, mientras las grandes empresas que usted
tanto criticó en su momento y de las que hoy ya no dice nada; Televisa, TV
Azteca y Milenio, por ejemplo, ahí siguen sin problema alguno. Eso sí,
realizaron despidos masivos, y a quienes afectaste en realidad fue a los que
andaban a pie, en la calle buscando la noticia.
Pero
además esos recortes afectaron a las empresas medianas, como las que me
compraban información. Su primera acción para sobrellevar la crisis fue: cortar
los contratos con servicios externos, entre los que estamos nosotros.
Tuve
que entrarle a eso de los convenios con instituciones de gobierno, pero tampoco
funcionó, porque ahora esos convenios son tan bajos que, no me alcanza ni para
pagar la nómina. Estoy luchando por sobrevivir, por mí, por mi familia, porque
este era el proyecto que yo estaba construyendo para mi hijo, pero, además,
porque aquí colaboran personas valiosas que, en algunos casos dependen
totalmente del pago que les damos, que de por sí es bajo.
Así
las cosas, con nuestra micro empresa con la que estamos tratando de sobrevivir,
pero no sé si podamos seguirla sosteniendo.
Pero
no solo estás destruyendo nuestra Agencia. Con todo el orgullo te digo que mi
esposa es responsable de una Estancia Infantil que también te estas encargando
de destruir. No sólo les retiraste el subsidio del Gobierno Federal sino, con
los ataques que has hecho contra este sector, te has encargado de dañar la
imagen de mi esposa, de tal manera que hoy la gente la señala de corrupta o
hasta de amante de políticos. ¿Sabes cómo mi hijo está enfrentando esta
situación? También lo estás dañando.
Las
propias diputadas y diputados que tú llevaste al Congreso de Guerrero, la han
atacado y señalado de lo peor, sin conocerla, por el simple hecho alzar la voz,
defender a los niños y su trabajo.
En
mi caso, los diputados de Morena decidieron cancelar el convenio por concepto
de publicidad que se firmó en diciembre, por no cambiar la línea editorial de
la Agencia y al considerarse "agredidos" con nuestras publicaciones
porque "no hablan bien" de ellos. Si, actuaron igualito que como lo
hacía el PRI, PAN y PRD. Con ese autoritarismo.
La
Estancia que mi esposa atiende lleva 12 años funcionando y soy testigo desde
que la conozco, de todo el empeño que le ha puesto por amor a los niños. Jamás,
en mi calidad de periodista, busqué beneficiar esa estancia, y tampoco se abrió
con padrinazgos políticos porque cuando yo la conocí, esa estancia ya existía,
aunque tus diputados hoy digan que yo me he beneficiado.
AMLO,
no nos hicimos millonarios y te reto a que investigues nuestros bienes. Te reto
a que veas cuánto trabajo le costó a mi esposa que Sedesol le respetara la
capacidad de matrícula, porque hasta hace un año ella luchaba para ello y sabes
¿por qué? Porque decían que ella era de tu partido político, de Morena. De
hecho, si revisas el padrón de afiliados a Morena, ahí vas a encontrar todavía
su nombre.
Si,
ME ARREPIENTO de haberte dado mi voto dos veces, porque en pocos meses estás
destruyendo la vida a mi familia, lo que construimos con tantos años de
esfuerzo. Si alguien quiere decir que es porque lo veo de una manera muy
particular y es un interés propio, le digo que entonces dónde quedarán las
personas que trabajan con nosotros; los reporteros de la Agencia y las maestras
de la Estancia. Son unas 15 personas por las que todavía estamos luchando, para
no dejarlos sin un empleo, además de nuestros hijos obviamente. Así de fácil se
está yendo nuestra vida al carajo, aunque siempre nos ha gustado trabajar, lo
cual obviamente no dejaremos de hacer, aunque tenga que volver a empacar productos
o manejar una combi.
Lo
que si quiero es aclarar que destruiste dos proyectos con los que en todo
momento buscamos ayudar a la gente, y quienes nos conocen lo saben.
A
mis hijos los estás dejando sin ese futuro que quería asegurarles con la
empresa que estaba construyendo. Echaste al carajo 7 y 12 años de nuestras
vidas.
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