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Funcionarios de Pemex están coludidos con cárteles para robar combustible: reportaje de Rolling Stone

Los huachicoleros cuentan con informantes dentro de Pemex y la ayuda de la policía y funcionarios públicos que les permiten operar libremente

El robo de combustible es un delito que ha dejado grandes pérdidas para Petróleos Mexicanos (Pemex) y ha puesto en evidencia la complicidad entre la delincuencia organizada, cuerpos policiales y trabajadores de la empresa.

El Cártel del Golfo es señalado como el principal grupo criminal que controla el robo de combustible, asegura un reportaje publicado en la revista Rolling Stone en su versión en inglés, en donde se detalla que las autoridades de la petrolera están coludidas con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Zetas, Cártel del Golfo y Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) para el robo de hidrocarburos en diversas regiones del país.

Cifras de Pemex revelan que tan sólo de enero a junio de este año, se han reportado un total de 7 mil 590 tomas clandestinas, especialmente en los estados de Puebla, Hidalgo y Guanajuato, lo cual ha contribuido a que de 2013 a la fecha la empresa haya perdido 19 mil millones de pesos por robo de combustible de sus ductos.

El periodista Seth Harp, quien está a cargo del reportaje en Rolling Stone, asegura que los huachicoleros son sólo un pequeño eslabón en la cadena de robo, pues mucha de la gasolina robada en territorio mexicano es robada por personas que no llevan pistolas y nunca se ensucian las manos: “el verdadero robo ocurre dentro de petrolera mediante esquemas ilegales de importación y exportación de petróleo y gas, para evadir el control de las aduanas”.

La publicación retoma el Pacto por México, mediante el cual el presidente Enrique Peña Nieto impulsó en 2013 la Reforma Energética para romper con el monopolio de Pemex en la producción, distribución y venta de combustibles.

Sin embargo, “la reforma no ha resolvió estos problemas. Pemex es una enorme fuente de ingresos, plagada de corrupción”, dijo al medio Patrick Corcoran, analista de InSight Crime.

Se destaca que el huachicoléo es sólo una rama del robo de combustible que se vio favorecida gracias a que expertos de Pemex entregaron mapas de tuberías, información sobre el paso del combustible sobre los ductos y herramientas necesarias para la extracción de la gasolina.

Las bandas de huachicoleros cuentan con informantes dentro de las instalaciones de Pemex cercanas a cada ducto donde se realizan perforaciones, además de tener comprada la policía en varios puntos del país y a otros funcionarios públicos que les permiten operar libremente.

Un “huachiolero”, entrevistado por el medio, sostiene que no pertenece a ningún cártel, pero dijo que tiene que pagar una cuota de 10 mil pesos al mes por el transporte del combustible, a Los Zetas.

Esta persona está al mando de otros 25 huachicoleros y viajan en cinco camionetas con tanques capaces de transportar hasta mil litros de gasolina.

“Al llegar a un ducto, taladran la tubería y llenan los tanques. La gasolina, relata, la venden a taxistas, compañías de autobuses y camioneros, a tarifas más baratas de lo que se puede conseguir en alguna de las gasolineras establecidas de Pemex. En un buen día, se puede ganar hasta 10 mil pesos”, destacó el reportaje.

La venta de combustible en México se ha vuelto un negocio sumamente redituable, pues actualmente está generando ganancias similares al tráfico de drogas, lo cual ha generado un aumento en la violencia, pues diversos cárteles han comenzado una disputa por el control de las zonas donde tiene lugar la extracción y distribución del combustible robado.