La iniciativa busca que los ciudadanos puedan exigir cuentas y responsabilidades al jefe del Ejecutivo
Con la reforma, el presidente conservará intactas sus facultades como jefe de Estado, pero serán los ciudadanos los que decidan el destino de la nación
Este jueves, los diputados de Morena propusieron una reforma a la Constitución para incluir la figura de revocación de mandato del Presidente de la República.
La iniciativa buscará que los ciudadanos puedan exigir cuentas y responsabilidades al jefe del Ejecutivo, así como permitirles sustituir de manera democrática a gobernantes elegidos popularmente.
“En la democracia, los ciudadanos hacen posible con su voto que una persona ejerza el poder, pero si ésta falla en su propósito, distorsiona el camino o pierde el rumbo, cuando cometa acciones que denigren su investidura o vayan en contra de nuestra soberanía y principios fundamentales como nación, la sociedad tiene el derecho de revocarle su mandato”, explicó la diputada Merary Villegas Sánchez
Con dicha propuesta se modificaría el artículo 108 constitucional, para que sólo una vez en cada sexenio se lleve a cabo una consulta popular, y de ser necesario el Presidente pueda ser removido de su cargo.
La bancada de Morena propuso que la revocación de mandato sea solicitada ante una de las dos cámaras del Congreso de la Unión durante el primer periodo del segundo año de la legislatura, iniciativa que fue turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales, informo La Jornada.
Además, destacaron que la consulta podrá ser convocada por el congreso, a solicitud del 33 por ciento de los integrantes de alguna de las cámaras, del mismo porcentaje de ciudadanos votantes en la elección presidencial o por el mismo mandatario.
El proceso sería realizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), en el cual la revocación se determinaría por mayoría absoluta de votos a favor. Esto, siempre que la consulta cuente con la participación de al menos el 40 por ciento de electores inscritos en la lista nominal.
De determinarse la revocación de mandato, el Presidente en turno contará con un plazo de 30 días naturales para impugnar ante la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En caso de que la revocación de mandato que emita el INE no sea impugnada, o el tribunal rechace el recurso de apelación del Ejecutivo, el proceso sería procedente, por lo que el presidente tendría que cesar sus funciones en un plazo improrrogable de 60 días.
Entonces, el Congreso de la Unión se erigiría en colegio electoral para nombrar a un Presidente sustituto, en sesión que cuente con dos terceras partes de senadores y diputados, y que la resolución sea por mayoría absoluta.
Villegas Sánchez destacó que con la reforma, el mandatario conservaría intactas sus facultades como jefe de Estado y jefe de gobierno, pero serían los ciudadanos quienes decidan el destino de la nación.
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