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Criminales en Brasil obligan a sus víctimas a cavar sus propias tumbas

Autoridades señalan que estos sujetos pertenecían a un grupo criminal

“Pueden quedarse tranquilos que después del primer tiro no les va a doler”, les dice uno de los criminales antes de asesinarlos

Dos hombres, primos, fueron obligados a cavar su propia tumba, luego asesinados y tras eso sus cuerpos fueron quemados.

Además, todo fue grabado en video por los propios criminales y dados a conocer en las redes sociales, lo cual fue una venganza y clase de advertencia para los demás narcotraficantes que pelean por el control del negocio de la droga en la zona de Porto Alegre, en el sur de Brasil.

Vagner da Rosa, de 17 años, sale en el video cavando un hoyo en la tierra en la zona rural de Gravataí, en Rio Grande do Sul, mientras que su primo Vitor Mateus da Rosa, de 22 años, lo observa. A un costado de ellos, está un criminal armado, quien les dice: “Pueden quedarse tranquilos que después del primer tiro no les va a doler”.

Tal como se observa en el video publicado por Infobae, a los pocos segundos ambos hombres parecen en el fondo del hoyo y reciben más de 10 balazos por parte de los otros sujetos armados. Luego de esto, arrojan sus pertenencias y rocían sus cuerpos con gasolina antes de prenderles fuego.

Todo esto sucedió el pasado 25 de agosto, aunque los cuerpos fueron encontrados carbonizados hasta el 28 del mismo mes, luego de la difusión del video.

En dicha grabación uno de los criminales asegura pertenecer a la facción Anti-Bala del PCC (Primeiro Comando da Capital), una de las bandas criminales más poderosas de Brasil.

“Aquí está el PCC, somos Anti-Bala, estos es para que vean que no es broma, está claro. Están haciendo la fosa donde van a morir”, acusa el criminal.

“La principal sospecha es que se trata de una disputa entre facciones”, informó el comisario Felipe Borba, de la delegación de Homicidios de Gravataí. Por ello sospecha que las dos víctimas podrían tratarse de integrantes de la facción rival Bala en la cara, que disputa el control del comercio de drogas en el sur de Brasil con los Anti-bala.