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Investigación revela que la matanza de Allende, Coahuila, fue provocada por la DEA

Un oficial de la unidad fue el responsable de la filtración

Vasquez, Moreno, Cuéllar y Garza huyeron a Estados Unidos cuando empezó la masacre y accedieron a cooperar con las fuerzas de la ley estadounidenses a cambio de clemencia

Una i nvestigación de Ginger Thompson, ganadora Premio Pulitzer, reveló que fue la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estado Unidos, la que desató la masacre que se vivió en Allende en marzo de 2011.

En aquella ocasión sicarios del cártel de Los Zetas irrumpieron en el municipio y secuestraron a todos los que llevaban el apellido de un presunto traidor, incluidos mujeres y niños.

Todos ellos fueron asesinados y sus cuerpos fueron reducidos a ceniza.

De acuerdo con el artículo “Anatomía de una masacre”, “lo que pasó en Allende no se originó en México. Comenzó en Estados Unidos, cuando la DEA logró un triunfo inesperado”, pues un agente persuadió a un importante miembro de Los Zetas para que le entregara los números de identificación rastreables de los teléfonos celulares que pertenecían a dos de los capos más buscados del cartel, Miguel Ángel Treviño y su hermano Omar.

En la investigación dada a conocer el día de ayer en ProPublica y en National Geographic, se detalla que tras el testimonio del miembro delator del cártel, la agencia estadounidense compartió información con una unidad de la policía mexicana y casi de inmediato los Treviño se enteraron de que habían sido traicionados.

Luego de conocer esta información “los hermanos planearon vengarse de los presuntos delatores, de sus familias y de cualquiera que tuviera un vínculo remoto con ellos”, destacó Thompson.

De acuerdo con la periodista, años después de la matanza de Allende las autoridades mexicanas solamente hicieron esfuerzos inconsistentes para investigar y “erigieron un monumento para honrar a las víctimas, sin determinar por completo lo que había sido de ellas ni castigar a los responsables”.

Aunque las autoridades estadounidenses ayudaron a México a capturar a los Treviño, nunca reconocieron el costo devastador de sus acciones.

Los testimonios que aparecen en el artículo rara vez se han escuchado durante la lucha contra el narcotráfico en México, pues la gente de Allende estaba muy asustada para hablar sobre lo sucedido.

“Cuando le preguntaron durante una entrevista sobre su papel en el caso, el agente, Richard Martinez se desplomó en su silla, con lágrimas en los ojos. ‘¿Cómo me hizo sentir el hecho de que la información se hubiera filtrado? Prefiero no decirlo, para ser honesto con usted. Me gustaría dejarlo así. Prefiero no decirlo’”, dice un fragmento de la investigación “Anatomía de una masacre”.

A principios de 2011, en las afueras de Dallas, Estados Unidos, la DEA había lanzado el operativo Too Legit to Quit [Demasiado Legítimo para Rendirse], después de unas redadas que tuvieron resultados sorprendentes. En una, la policía había encontrado 802 mil dólares en efectivo, empacados al vacío y escondidos en el tanque de gasolina de una camioneta. El conductor dijo que trabajaba para un tipo al que solo conocía como “El Diablo”.