Primero se la había impuesto una pena de dos años, lo cual quedó deshechado
A pesar de que el juez pudo encontrar “plena y legalmente acreditada la responsabilidad” del sacerdote, también resolvió que podrá quedar libre de sus delitos si paga 5 mil 500 pesos
El padre Noé Trujillo recibió una sentencia condenatoria por el delito de estupro por parte del juez cuarto del ramo penal, el cual fue cometido en febrero de 2014 en contra de una menor de edad durante el tiempo en el que fue párroco de la iglesia de Santo Niño de Atocha.
El juez aseguró haber encontrado “plena y legalmente acreditada la responsabilidad” de Trujillo, lo cual quedó asentado en la causa penal 73/2015.
De acuerdo con el segundo resolutivo, se le impuso una pena de dos años y seis meses de prisión, además de una sanción económica de 3 mil 188 pesos, sin embargo, en el tercero sólo se prevé que reciba una sanción económica de 5 mil 500 pesos, lo cual fue calificado por la madre de la víctima, María Esther de León Castillo y sus abogados como “irrisorio”.
El defensor de la menor, Alejandro Gerling Gómez del Campo informó que esto significa que el sacerdote podrá quedar libre al pagar dicha cantidad y con ello evitar ser recluido en el penal, aunque tendrá que acudir a la cárcel cada mes a firmar y a informar “cuáles son sus actividades” durante el tiempo que dure la sentencia.
Por su parte, la madre de la niña y sus abogados señalaron que ellos y el Ministerio Público están inconformes con la sentencia emitida por el juez, acusando que existen penas y sanciones mucho más elevadas por el delito de estupro, por lo que apelarán dicha resolución judicial con la intención de que a Noé Trijullo se le imponga la “condena máxima, toda vez que el sacedorte tenía una autoridad moral”, valiéndose de ella para cometer el delito.
“Tres años, un mes y siete días, para que una víctima reciba justicia”, recordó De León Castillo, señalando que en ese lapso de tiempo tuvieron que realizar 18 cambios de abogados y seis de jueces debido a las irregularidades y a los maltratos por parte de las instituciones públicas, a las que calificó de corruptas.
Por lo anterior, María Esther le pidió a la iglesia que Noé Trujillo sea destituido como padre: “Al arzobispo, Jesús Carlos Cabrero, le pido que de verdad empiece a haber justicia y se les procese canónicamente a éstos depredadores”.
También señalaron que van a exigir la reparación del daño moral que le causaron a la menor y que se les devuelvan los gastos por atención sicológica y asesoría jurídica.
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