Agencias.
CIUDAD
DE MÉXICO. 07 abril 2017.- El reportero Martín Méndez Pineda atravesó la
frontera el 5 de febrero pasado huyendo de las amenazas de muerte que recibió
en el estado de Guerrero y solicitar asilo político en Estados Unidos.
Casi
un mes después, el 1 de marzo, logró pasar la “credible fear interview;
entrevista por temor creíble”, examen realizado por las autoridades
estadunidenses para comprobar que la amenaza que enfrenta el periodista en
México es real, a pesar de ello, Méndez Pineda continúa detenido.
El
abogado Carlos Spector, experto en asilo político, explicó que de acuerdo con
el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en
inglés), al pasar esta prueba el comunicador tiene derecho a pedir que lo
pongan en libertad condicional y entrar oficialmente al territorio
estadunidense.
Sin
embargo, Martín Méndez aún no ha recibido una respuesta positiva a su solicitud
y sigue encerrado en el centro de detención en “condiciones deplorables”.
En
rueda de prensa en El Paso, Texas, Spector, dijo que se convirtió en el único
contacto que tiene el periodista con el exterior, ya que lo acompaña en sus
gestiones y es con quien el equipo de asistencia de RSF se mantiene en
comunicación.
Spector
es el primer bogado en ganar un juicio de asilo político a Estados Unidos y es
quien conformó “Mexicanos en Exilio”, organismo dedicado a asesorar
jurídicamente a reporteros y luchadores sociales que buscan asilo en la Unión
Americana.
Y
como ahora lo hace con el reportero de Guerrero, Carlos Spector también
acompaña a los eventuales beneficiarios de asilo en el proceso de integración
en ese país. Tal es el caso de los hijos de la activista Marisela Escobedo,
asesinada en Chihuahua, asunto que Proceso publicó el 23 de octubre de 2012; o
el de las gemelas Alvarado, también de esa entidad, y caso publicado el 11 de
septiembre de 2014.
Cabe
destacar que la lista de los casos que Spector ha acompañado con éxito es
larga; Spector señaló que Méndez Pineda acudió a la CNDH, donde narró el
incidente que dio origen a ser perseguido por elementos de la Gendarmería
nacional.
“Se
molestaron cuando nos vieron llegar a cubrir el choque que ellos tuvieron con
un particular. Ambos carros estaban tirando mucha gasolina y corría el riesgo
de incendiarse. Cuando quisimos tomar fotografías, los gendarmes se enojaron al
grado de que nos empezaron a agredir quitándonos nuestras cámaras fotográficas,
pero no nos dejamos porque estábamos cumpliendo con nuestro trabajo”, narró el
comunicador.
“Les
dijimos que por lo menos le echaran tierra o agua a la gasolina que se estaba
regando, porque olía demasiado. Un agente escuchó el comentario y mencionó que
ya le habían echado agua y tierra. Luego se rió con su compañero. Entonces otro
agente le preguntó que de qué se reía, pero no respondió nada por seguridad y
educación”.
Molesto,
el agente advirtió al comunicador: “Así como te estás riendo ahorita, así nos
vamos a reír de ti”, y entonces los empezaron a agredir con empujones y
amenazar con sus armas.
Más
tarde los agentes federales los persiguieron en la patrulla 16218 por la
avenida Cuauhtémoc y, cuando los alcanzaron, les pidieron sus identificaciones
y las cámaras, pero otra vez se fueron del lugar.
En
su querella ante la CNDH, Martín Méndez asentó que por lo ocurrido tiene temor
de que los policías tomen represalias en su contra. Finalmente fue obligado a
huir del país.
Un
informe del Borderland Immigration Council (BIC, por sus siglas en inglés),
titulado “Discreción para negar”, publicado en febrero pasado, señala los
abusos de los agentes estadunidenses en la frontera, quienes actúan “de manera
discrecional y opaca” empleando técnicas de intimidación y acoso con las que se
busca desanimar y desestabilizar a los solicitantes de asilo que buscan refugio
en la Unión Americana.
Por
su parte, Reporteros sin Fronteras pide al ICE que ponga en libertad cuanto
antes a Méndez Pineda: “El periodista, perseguido y amenazado de muerte en su
país, debe poder presentar libre y dignamente su solicitud de asilo político
ante un juez de inmigración”, señaló Emmanuel Colombié, director del Despacho
América Latina de RSF.
Colombié
indicó que Martín Méndez Pineda fue insultado y agredido por los mismos agentes
que lo agredieron en un principio. Semanas después fue amenazado de muerte
frente a su domicilio por individuos armados.
Temiendo
por su seguridad, el periodista decidió renunciar al periódico Novedades
Acapulco y presentar una queja ante la CNDH. Como las intimidaciones
continuaron –constantes amenazas de muerte a través de llamadas anónimas a su
domicilio–, a inicios de este año decidió huir a Estados Unidos, sin saber
cuándo podría regresar a México.
El
ambiente de trabajo de los periodistas del estado de Guerrero es muy peligroso.
De 2003 a la fecha se tienen registrados en esta región 11 asesinatos de
comunicadores y una desaparición. El caso más reciente fue la ejecución de
Cecilio Pineda Birto, ocurrida en marzo pasado.
México
ocupa el lugar 149, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la
Libertad de Prensa 2016 de RSF. Es el país más mortífero para los medios de
comunicación en América Latina.
Sólo
el año anterior 11 comunicadores pagaron con su vida su trabajo informativo, un
récord. Tan sólo en marzo pasado, RSF registró dos intentos de asesinato y tres
homicidios de periodistas, el de Miroslava Breach, Ricardo Monlui Cabrera y
Cecilio Pineda, quienes perdieron la vida a manos de pistoleros.
En
un informe titulado “Veracruz: los periodistas frente al Estado de miedo”,
publicado en febrero, RSF muestra las dificultades que enfrentan quienes
ejercen el periodismo en México, por lo que hace una serie de recomendaciones a
las autoridades federales y locales para acabar con esta espiral de violencia.
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