ACAPULCO,
Gro., 04 Diciembre 2016.- El con la
llegada del general de División
Diplomado de Estado Mayor, Germán Javier Jiménez Mendoza, puede calificarse de
alentador, en cuanto a que su Curriculum
nos dice que tiene “los tamaños” para enfrentar la violencia que inunda al
estado de Guerrero.
Este
alto mando, sustituye al general Alejandro Saavedra Hernández cuyos errores
hicieron fallar la estrategia de seguridad tan a la vista, obligando al
Secretario de la Defensa Nacional
general Salvador Cienfuegos Zepeda a removerlo: Secuestros de Familias
enteras en varios regiones del Estado.
Sublevación
abierta de las policías comunitarias, ataques a columnas militares, ejecuciones
de elementos castrenses. Claro ejemplo lo ocurrido en Acapulco, después de que el general Adelfo Castillo López comandante
de la 27 zona militar (subalterno), en compañía de autoridades municipales
inauguraran con bombo y platillo los llamados BOM en el mercado central de
Acapulco y en varias colonias con altos índices de violencia. Como respuesta,
los grupos delincuenciales, en franco reto,
ejecutaron a dos militares que hacían labores de inteligencia dejando
sus cuerpos encostalados a pocos metros del BOM recién inaugurado.
Desafortunadamente,
fueron decepcionantes y causaron intranquilidad sus primeras declaraciones, que
se entendieron como un adelanto de vísperas, como una calificación a priori de
lo ocurrido hasta hoy en Guerrero, al asegurar que el índice en guerrero ha
bajado, esto en apoyo a lo dicho por su antecesor Alejandro Saavedra Hernández,
quien asegurara que en los últimos meses, se logró bajar la violencia en un
24%.
Aseveración
que contradice una realidad lacerante, con cientos de muertos, con zonas
extensas en manos de la delincuencia, el pago de piso y las ejecuciones a plena
luz del día. Lo más preocupante, por tener la alta misión de defender la
soberanía del País, son las bajas de un ejército vilipendiado y atado de manos
para enfrentar de manera jurídica una lucha que hoy, constitucionalmente no les
corresponde.
Como
es costumbre, en el acto de cambio del mando militar de la Novena Región, los
que más se lucieron, fueron aquellos representantes de los gobiernos civiles,
responsables en primera instancia -por incapacidad- de prevenir los delitos y
de hacer cumplir las leyes: El secretario general de Gobierno, Florencio
Salazar y el alcalde de Acapulco Evodio Velázquez. Concluyendo, el nuevo
comandante de la Novena Región Militar, Germán Javier Jiménez dijo lo ya sabido
por la ciudadanía, que el ejército mexicano seguirá en la estrategia (¿?) de
seguridad para el estado de Guerrero, y que los retos serán, -establecer- un
nuevo esquema operativo para cambiar la percepción ciudadana. O sea, que
seguiremos como “endenantes”.
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