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Febrero 2016.- Los deportistas mexicanos
que forman parte de la familia acuática serían los más perjudicados en caso de
que la Federación Mexicana de Natación (FMN) no llegue a un acuerdo, en torno a
la multa que le impuso la Federación Internacional de Natación (FINA), que
asciende a 5 millones de dólares, después de la cancelación del Mundial de
2017.
El
ex presidente de la Conade, Nelson Vargas, lamentó que, en caso de que no se
resuelva la situación en los próximos meses, dichos atletas tendrían que
aparecer con la “bandera blanca” del Comité Olímpico Internacional. Y, si ganan
presea de oro, no se entonaría el himno nacional y tampoco se registraría en la
contabilidad del medallero para México.
“Sería
una vergüenza que pase eso. El problema es que las personas que firmaron el
contrato, que es ventajoso para la FINA, ya no están, y los actuales directivos
se quedaron con ese problema. Yo creo que eso se tendrá que resolver antes de
los Juegos Olímpicos. Esperemos que no perjudique a los deportistas”, comentó
Vargas.
Actualmente,
Alfredo Castillo, titular de la Conade, apeló la sanción ante el Tribunal de
Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés), en busca de que se
condone la multa. “Es un contrato bastante difícil. Podría también una
desafiliación a la Federación Mexicana de Natación, pero lo más complicado
sería para los deportistas”.
Vargas
Basañez lamentó que el presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos
Padilla Becerra, no defina al organismo que apoya, ya que, por declaraciones
que ha vertido, parece que apoya a la FINA y no a la Conade. “Preocupa porque
no se sabe de qué lado está el COM”.
En
febrero del año pasado, México renunció a la organización de los Campeonatos
Mundiales 2017 en Guadalajara, para evitar gastos públicos.
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