BERLÍN,
Ale., 27 Enero 2016.- México pasó del sitio 103 al 95 en el Índice de
Percepción de la Corrupción 2015 de Transparencia Internacional (TI), un avance
de ocho posiciones respecto al año pasado.
La
ONG publicó el martes en su reporte, en el que señala que si bien la corrupción
sigue siendo generalizada, en 2015 hubo más países que mejoraron su puntuación
que los que empeoraron.
En
el caso de México, el país mantuvo la misma puntuación del año pasado, 35 en
una escala de 0 a 100, aunque avanzó en posiciones en la lista.
Por
su parte, Transparencia Mexicana apunta que el país permanece estancado en la
percepción de corrupción a pesar de que en 2014 y en 2015, el Congreso de la
Unión aprobó las reformas constitucionales que crearon los Sistemas Nacionales
de Transparencia y Anticorrupción, lo que podría haber contribuido a una mejor
evaluación internacional.
“Una
serie de escándalos en la opinión pública como Ayotzinapa, la llamada “Casa
Blanca”, Oceanografía, OHL, acusaciones contra los ex-gobernadores de
Aguascalientes, Coahuila, Guerrero, Nuevo León, Sonora, Tabasco, entre otros,
hicieron imposible que dichos cambios institucionales tuvieran un efecto
positivo en el Índice de Percepción de la Corrupción”, detalla en un comunicado
Transparencia Mexicana.
Dinamarca, el país
más transparente del mundo
El
Índice de Percepción de la Corrupción mantiene a Dinamarca como el país más
transparente del mundo, mientras que Somalia y Corea del Norte siguen como los
estados con los sectores públicos más corruptos.
El
estudio, basado en la opinión de expertos del sector privado sobre la
corrupción en el sector público, clasifica a 168 países y baja un escalón a
España, hasta el puesto 36, con 58 puntos (dos menos que en el anterior
índice).
Según
esta ONG, España se encuentra, junto a Libia, Australia, Brasil y Turquía,
entre los países que han tenido un mayor descenso en sus posiciones en los
últimos cuatro años, mientras que Grecia, Senegal y el Reino Unido son los que
han mostrado mejoras más sustanciales.
A
pesar de que la corrupción sigue siendo generalizada, la ONG detecta en su
nuevo índice “atisbos de esperanza” porque hubo más países que mejoraron su
puntuación respecto a los que la empeoraron.
“Es
posible ganar a la corrupción si trabajamos juntos; para erradicar el abuso de
poder y el soborno y sacar a la luz negociaciones secretas, los ciudadanos
deben decir al unísono a sus gobiernos que ya han tenido bastante”, manifestó
en un comunicado el presidente de TI, José Ugaz.
Por
segundo año consecutivo Dinamarca, con 91 puntos de un máximo de 100 (que
denotaría la ausencia total de corrupción), ocupa el primer lugar de la
clasificación de los países más limpios, seguida de Finlandia, Suecia, Nueva
Zelanda, Holanda, Noruega, Suiza, Singapur, Canadá y Alemania, que comparte la
décima posición con Luxemburgo y el Reino Unido.
A
la cola, con 8 puntos y como los países más corruptos, se sitúan Somalia y
Corea del Norte, precedidos en ese deshonroso lugar por Afganistán, Sudán,
Sudán del Sur, Angola, Libia, Irak y Venezuela, empatada con Guinea Bissau y
Haití en el puesto 158 de la lista.
Los
países en las primeras posiciones, destaca TI, presentan características
comunes, como un alto nivel de libertad de prensa, acceso a información sobre
presupuestos que permite que los ciudadanos sepan de dónde procede el dinero y
cómo se gasta, altos niveles de integridad entre los cargos públicos y un poder
judicial independiente.
Por
contra, los países en las últimas posiciones, además de conflictos y guerras,
destacan por su deficiente gobernabilidad, unas instituciones públicas frágiles,
como la policía y el poder judicial, y la falta de independencia en los medios
de comunicación.
El
Índice de 2015 muestra que más de dos tercios de los países presentan graves
problemas de corrupción al no lograr el mínimo de 50 puntos, situación en el
que está la mitad del G20 y todo el grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, la
India, China y Sudáfrica).
Más
de 6.000 millones de personas, denuncia TI, viven en países con un nivel grave
de corrupción.
Las
regiones peor calificadas son el África Subsahariana y Europa del Este y Asia
Central, seguidas de Oriente Medio y el Norte de África y América.
En
este último continente la disparidad es máxima, desde los 83 puntos que tiene
Canadá, que lo colocan en la novena posición de la clasificación, hasta los 17
de Venezuela y Haití.
Brasil
es además el país que más puestos ha descendido en el índice correspondiente a
2015, al empeorar 5 puntos y bajar siete posiciones, hasta el lugar 76.
“El
escándalo de Petrobras empujó a la población a salir a las calles en 2015 y el
inicio del juicio en este caso podría ayudar a que Brasil ponga freno a la
corrupción”, destaca TI.
En
Europa y Asia Central, el panorama es de “estancamiento”, según la ONG, que
señala que está “muy preocupada” por le evolución de países como Hungría,
Macedonia, España o Turquía, “donde se ve que la corrupción crece mientras
disminuye el espacio de la sociedad civil y la democracia”.
Como
ejemplos positivos, la ONG destaca la labor de grupos e individuos en lugares
tan diversos como Guatemala, Sri Lanka o Ghana que “trabajaron de forma intensa
para expulsar a los corruptos y enviaron así un mensaje contundente que debería
inspirar a otros a actuar con determinación durante 2016″.
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