KABUL. Al menos cuatro personas
murieron y 30 resultaron heridas, varias de ellas de gravedad, en un ataque
coordinado perpetrado hoy en un recinto gubernamental de la provincia de Balkh,
en el norte de Afganistán, informaron a EFE fuentes oficiales.
Un grupo de talibanes armados se
infiltró sobre las 11:30 hora local (7:00 GMT) en un complejo de oficinas
judiciales de la capital provincial, Mazar-e-Sharif, donde se enzarzaron en un
intercambio de fuego con las fuerzas afganas que todavía continúa, dijo el jefe
de Seguridad regional, Abdul Khaliq Qaderi.
Los atacantes, vestidos con
uniformes militares, mataron a tiros al guardia de seguridad que vigilaba la
entrada para lograr acceder al recinto, que alberga la oficina del fiscal
general provincial y el Tribunal de Apelaciones de Balkh.
La mayoría de los heridos son
miembros de las fuerzas de seguridad y funcionarios de la oficina del fiscal,
si bien también hay víctimas civiles, según manifestó el jefe del hospital
provincial, Khuwaja Noor M. Faiz, quien añadió que cuatro personas se
encuentran en “estado crítico”.
El Ministerio de Interior situó en
cinco el número de atacantes y aseguró en un comunicado que todos los
trabajadores y visitantes fueron evacuados del edificio, donde continúan los
enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los insurgentes.
De acuerdo con la nota, al menos
tres de ellos han sido abatidos.
Talibanes reivindican ataque armado
Los talibanes reclamaron la autoría
del ataque, en el que los “enemigos” sufrieron importantes bajas, según dijo en
Twitter el portavoz del grupo insurgente, Zabihullah Mujahid.
El ataque tuvo lugar en hora punta,
por lo que el edificio estaba lleno de trabajadores y civiles que acudían a
presentar sus casos en esas dependencias judiciales, situadas a pocos metros de
la oficina del gobernador provincial.
Los atentados en Balkh son menos
habituales que en otras provincias afganas, aunque existe actividad insurgente
en las zonas rurales.
La OTAN puso punto final en 2014 a
su misión de combate en Afganistán, la ISAF, que fue sustituida desde enero por
la operación Apoyo Decidido, con alrededor de 4,000 soldados en tareas de
asistencia y capacitación de los cuerpos de seguridad afganos.
Al mismo tiempo, Estados Unidos
continuó su misión “antiterrorista” en el país islámico con 9,800 soldados, que
mantendrá sobre el terreno hasta final de año.
DM
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