“Más
que una diputación federal, tengo en la mira la gubernatura”, contestó
tajantemente, el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado
de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio.
En
una asamblea popular, cientos de habitantes de la región Costa Chica
propusieron al indígena Na’savi originario de la montaña guerrerense, como
candidato del Partido Humanista a la diputación federal del distrito IIX quien
se registró oficialmente.
Sin
embargo dice que la exigencia social fue otra: buscar la gubernatura por el
mismo partido, que actualmente encabeza Alberto López Rosas.
Comentó
el polémico dirigente: “Mis compañeros quieren que López Rosas desista y que yo
sea el candidato a la gubernatura. Lo estoy pensando. Legalmente se puede
cambiar de candidato, pero es una decisión que tenemos que analizar
conjuntamente”, expresó.
Reconoció
que el Partido Humanista es nuevo, que no tiene estructura, que no tiene
militancia y que tampoco tiene recursos suficientes para hacer una campaña
política de la misma magnitud que el PRI y el PRD. “Pero yo soy cabrón”, dijo
Bruno Plácido y soltó una risa.
“Yo
empecé desde cero y he puesto a temblar al gobierno federal”, contestó con
aires de prepotencia. Luego sonríe cuando se imagina la cara que debió poner el
presidente de la República, Enrique Peña Nieto al leer la noticia. “Debió ser
incómodo, de seguro le disgustó”, supone el dirigente de la UPOEG. “A mí me
quieren chingar, ya van dos veces que han querido hacerlo”, recordó.
¿El
motivo? Que se burló del gobierno federal al retener un convoy del Ejército
Mexicano con al menos 100 militares en el poblado de El Pericón, municipio de
Tecoanapa, el 5 de agosto de 2013.
También
los acusó de vínculos con la delincuencia organizada, les descubrió un “árbol
de la horca” y denunció los abusos y torturas perpetrados por los militares
contra la población civil.
El
ejemplo más ilustrativo, para Plácido Valerio, es el caso Ayotzinapa, el
descubrimiento público de la infiltración del crimen organizado en el poder, la
impunidad que aún impera en el crimen que dejó un saldo de 43 estudiantes
desaparecidos y seis personas muertas en un ataque a balazos perpetrado por el
grupo delictivo Guerreros Unidos y policías municipales de Iguala coludidos con
el cártel.
“Los
candidatos de otros partidos están prometiendo muchas cosas, están prometiendo
seguridad, están prometiendo desarrollo, están prometiendo paz. Pero yo soy el
único que ha demostrado con hechos que sí soy capaz de hacerlo. En las regiones
Costa Chica y Montaña (donde opera la Policía Ciudadana de la UPOEG) no hay
delincuencia organizada”, sostiene Bruno Plácido.
Por
último, el indígena Na’savi se siente
capaz de derrotar a los candidatos del PRI, PAN y PRD en un debate político. “A
todos les puedo decir sus verdades, a todos les puedo decir sus antecedentes y
a todos les puedo demostrar que lo que ellos están proponiendo yo ya lo hice en
la Costa Chica”.
Bruno
Plácido Valerio quiere la gubernatura. Su plan de trabajo, según comenta, se
centrará en tres ejes: seguridad, desarrollo y paz.
Para
el líder del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana, la crisis de
inseguridad y pobreza que hoy enfrenta el estado de Guerrero es culpa de los
gobiernos del PRI y el PRD. Por ello, sostiene que la población va a votar por
una opción diferente y que el combate contra la inseguridad que ha encabezado
desde hace dos décadas convencerá a los ciudadanos de que él está dispuesto a
arriesgarlo todo, incluso su vida, por combatir a los criminales que hoy tienen
hundida a la entidad y han impedido el desarrollo económico.
De
la autodefensa a la Policía Ciudadana hace 20 años, en 1995, Bruno Plácido
Valerio inició un movimiento de autodefensa en el municipio de San Luis
Acatlán, que después se consolidó como Coordinadora Regional de Autoridades
Comunitarias (CRAC), el objetivo era frenar los secuestros, las violaciones y
los asaltos a manos armada; en ese entonces el gobernador era el priísta René
Juárez Cisneros. La Procuraduría General de Justicia acusó falsamente a Plácido
Valerio de violar a cuatro mujeres en una hora, por lo que fue detenido y
sometido a tortura durante dos días. A pesar de ser el fundador, Bruno Plácido
fue expulsado de la CRAC tras una serie de malentendidos, “grilla política”,
liderazgos mal vistos e inconformidades. Incluso hubo el intento de asesinarlo.
Antes,
en enero de 2011, el indígena de San Luis Acatlán ya había consolidado un nuevo
proyecto: La Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG),
esta vez enfocado al desarrollo y la paz social. Aunque su nuevo proyecto
estaba alejado de las armas, sólo dos años después, el 4 de enero de 2013,
Plácido Valerio encabezó el levantamiento armado en Tecoanapa. Inicialmente se
constituyeron como autodefensa y después como Sistema de Seguridad y Justicia
Ciudadana (SSYJC).
Actualmente
el SSYJC opera en 14 municipios de tres regiones, con policías ciudadanos,
asambleas populares y consejeros en cada comunidad, bajo el amparo de la Ley
701 de Reconocimiento, Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades
Indígenas del Estado de Guerrero.
El
Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana incluso mostró mayor efectividad que
las corporaciones policiacas y militares para erradicar al crimen organizado.
Agencias.
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