Aristegui
Noticias.
CIUDAD
DE MÉXICO, 01 Enero 2016- Un día de otoño, Santiago García Ramírez interrumpe
su clase de “adecuación curricular”, en la Normal Rural Raúl Isidro Burgos y
toma el teléfono.
La
conversación es seca, pero luego da tumbos, hasta que se vuelve franca.
Los
43 desaparecidos es el tema evidente, pero Santiago va más allá y en media hora
habla de su pobreza, la escuela, sus luchas…
“Nunca
habíamos visto nosotros que la policía se portara así con estudiantes, con
personas civiles”, dice aún sorprendido sobre lo ocurrido hace más de un año.
“Mi
familia es de bajo recursos, mi padre es campesino y mi madre es ama de casa, y
pues no tienen los suficientes recursos para mandarme a una escuela que se
supone que son públicas, pero también piden para comprar material, o están
fuera y tengo que pagar rentas, o para poder trasladarme, y pues ese dinero es
un gasto, un gasto que mis padres no pueden, no tienen el sustento”, justifica.
“Aquí
en Ayotzinapa no gasto nada, aquí dan dormitorio, me dan una cama, me dan 3
comidas al día, lo que es almuerzo, comida y cena”, cuenta.
-¿Qué
has aprendido en Ayotzinapa-, le pregunto vía telefónica.
“La
verdadera cara del gobierno. Lo que oculta el gobierno, lo que las televisoras
no dicen al público, no dicen al pueblo sobre cómo trabaja el Estado, cómo
manipula a los medios de comunicación, cómo ataca al normalismo rural…”.
-Dicen
algunos que ahí no se estudia… que es una escuela de guerrilleros, por los
antecedentes que tiene…
“De
hecho muchas personas califican a la normal de eso pues, pero sólo les diría una cosa a esas personas: ¿qué
harían si su hijo fuera uno de los 43 desaparecidos?, ¿si su hijo fuera uno de
los caídos esa noche?, ¿si fuera eliminados esa noche por un policía de
Iguala?, ¿qué haría esa persona si sus derechos fueran pisoteados, que el
gobierno le quitara su casa por levantar una empresa ahí?
“Hemos
visto muchas injusticias y por eso Ayotzinapa no se va a dejar, va a seguir
siendo esa espina en el zapato del gobierno. Mientras Ayotzinapa exista,
nosotros vamos a seguir luchando por los derechos de todos”.
-Ustedes
marchan desde antes de la desaparición de sus compañeros, ¿cuántas veces salen
a marchar?
“No
se marcha simplemente por querer, todo tiene una justificación, por ejemplo en
el 2011, el 12 de diciembre, cuando mataron a los 2 compañeros, ahí se bloqueó
la Autopista porque el gobierno no quería dar respuesta al pliego petitorio que
se le había entregado (al gobierno del estado)… cada año aquí en la Normal se
entrega un pliego petitorio donde se pide uniforme, material didáctico, o
material que necesita la escuela, se entrega cada octubre… cosas que necesitamos
como estudiantes y como escuela, en ese momento, cuando el gobierno no lo
quiere cumplir, se tienen que hacer acciones como primeramente volantear,
informar al pueblo de por qué se protesta, marchar y pues si el gobierno
simplemente no quiere hacer caso, pues se llega a la medida de bloquear
carreteras…”.
Santiago
confiesa que antes de lo ocurrido en Iguala, no daba entrevistas a los medios,
pero piensa que ahora lo mejor es hablar, siguiendo la máxima de que “aquel que
no conoce la historia, está condenado a repetirla”.
“Antes
yo no daba entrevistas a los medios de comunicación, ahorita he dado varias
entrevistas, a televisoras extranjeras, y también de aquí de México. Narro cómo
se vive aquí en Ayotzinapa…”.
-¿Y
cómo se vive en Ayotzinapa?
“Pues
aquí en un primer momento cuando entras no conoces a nadie, pero con el tiempo
nos vamos conociendo los compañeros y nos vemos como hermanos ya después…
Trabajamos, porque también aquí en Ayotzinapa hay trabajo no solo son
marchas…”.
-Trabajan
en el campo, ¿verdad?
“Sí,
tenemos modos de producción donde se trabaja con lo que es el ganado, con lo
que son puercos, pollos, conejos, chivos…
-¿A
dónde venden sus productos?
“Aquí
en Tixtla, en Chilpancingo, o se van a otras partes del estado de Guerrero, o a
la Ciudad de México también… nosotros mismos los vendemos, se reparten y se van
a diferentes pueblos…”.
Santiago
trata de creer que los normalistas podrían estar vivos, pero reconoce que
podrían no estarlo; para creer esto último, le lanza un reto al gobierno
federal: que enseñe los cuerpos.
-¿De
verdad creen que están vivos aún (los normalistas desaparecidos)?
“Pues
es lo que esperamos nosotros, que estén vivos los compañeros, y pues si no es
así, que el gobierno enseñe los cuerpos, porque los padres es lo que piden, ver
a sus hijos aunque sea, pues si desgraciadamente ya no existen, y ya no están
en este mundo, pues que enseñen los cuerpos, pero ni eso, el gobierno no quiere
hacer ni eso”.
-¿Por
qué el gobierno se enredó tanto, no ha podido explicar dónde están (los 43)?
“Dio
su verdad histórica el gobierno de Enrique Peña Nieto, en ese momento el
procurador de justicia Murillo Karam, para el gobierno los compañeros fueron
quemados en el basurero de Cocula, ya hasta sacaron una película de cómo fueron
los hechos según ellos… es una burla para los padres de familia, se burlan del
dolor de los padres con esa película… los expertos le tumbaron la verdad
histórica a la PGR, dijeron que los compañeros no fueron quemados en Cocula,
todavía siguen trabajando (los expertos), siguen investigando sobre el caso
Iguala-Ayotzinapa… sí confiamos en ellos, porque en el gobierno mexicano ya
no”.
Las
deficiencias en el expediente de la PGR, algunas expuestas en la primera,
segunda y tercera parte de este reportaje, provocan en Santiago una sentencia:
en el gobierno “ya se acabó la confianza definitivamente, por cómo engaña al
pueblo, por cómo engaña a nosotros“.
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