Ticker

6/recent/ticker-posts

“El Gil” de acuerdo al expediente no acepta haber quemado los 43 normalistas: abogado

CIUDAD DE MÉXICO, DF., 21 Septiembre 2015.- Por omisión, los gobiernos federal y estatal también son cómplices de la protección que recibió de autoridades municipales el líder del grupo delictivo Guerreros Unidos, Gildarlo López Astudillo, conocido como “El Cabo Gil” o “El Gil”, que permaneció en el territorio controlado por la organización criminal, dijo el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra.
Pese a su participación en los homicidios de estudiantes, civiles y en la desaparición forzada de 43 alumnos de la Normal Rural la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014, en Iguala, el grupo de narcotraficantes nunca se desmanteló, sigue intacto operando en municipios de Guerrero, uno del Estado de México y otro Morelos, dijo el abogado.
Añadió que según las constancias de la averiguación previa a las que tuvieron acceso abogados de los padres de los normalistas desaparecidos, antes de la consignación de Gildardo a una prisión de máxima seguridad, el implicado no aceptó la “verdad histórica” de la Procuraduría General de la República (PGR). Es decir, no reconoció que haya mandado matar y quemar a los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa en el basurero de Cocula; siniestro que quedó descartado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
En consulta telefónica, indicó que en las declaraciones que han tenido a la vista, “El Gil” sólo reconoció que el 27 de septiembre, entre las 2 y 2:30 de la madrugada, se reunió en su casa con el subjefe de la Policía Municipal de Iguala, el ahora detenido, César Nava, quien llegó con otras personas vestidas de civil, tomaron bebidas alcohólicas hasta entrada la madrugada y de manera tangencial, le comentó que hubo eventos en Iguala.
En tanto, el diario español El País publica este día parte de las declaraciones rendidas por el Teniente Joel Gálvez y del soldado Eduardo Mota a la Procuraduría General de la República (PGR) en las que el mando ordenó a su subordinado a no acercarse demasiado al lugar donde agentes municipales de Iguala agredieron a los normalistas.


Sin Embargo.