SALT
CITY, UTAH, USA, 06 Agosto de 2015.- La línea de investigación de mayor interés
público en el caso del asesinato del presidente de la Comisión de Gobierno del
Congreso de Guerrero, Armando Chavarría Barrera, es la política. El principal y
único señalado en esta indagatoria es el ex gobernador Zeferino Torreblanca
Galindo.
Al
iniciar la averiguación previa BRA/SC/02/1751/2009, siendo aún gobernador, a
Torreblanca Galindo se le hizo llegar, por escrito, un interrogatorio
desarrollado por el fiscal encargado del caso.
Años
más tarde, en 2014, se le requirió personalmente a la entonces Procuraduría
General de Justicia del Estado (PGJE); de esa comparecencia, sólo se sabe que
negó haber ordenado el asesinato del entonces líder del Congreso de
Guerrero.
Hoy,
a casi seis años de distancia, Interacción tuvo acceso a la síntesis del
interrogatorio escrito, que Torreblanca Galindo retornó a la PGJE.
Un
texto de siete puntos, que se centra básicamente en la explicación del retiro
de las escoltas y su relación personal con Armando Chavarría; las respuestas
permiten apreciar que el fiscal encargado del caso no hizo la pregunta
incómoda: ¿Usted lo mandó a matar?
Según
la síntesis del expediente, el domingo, 30 de agosto de 2009 Zeferino
Torreblanca retornó el cuestionario. Salta a la razón que haya sido a sólo diez
días del asesinato de Chavarría. No se aclara cuántas preguntas fueron
realizadas, ni qué se le preguntó.
En
los siguientes párrafos, transcribimos el texto de lo que la Fiscalía estatal
cree que fue lo más relevante que declaró este personaje, con sus faltas de
redacción, sintaxis y ortografía; además, ponemos en sus manos parte de una
entrevista realizada por este autor en 2014, cuyo contenido pudiera ser
parecido a lo declarado por el ex gobernador a la PGJE en septiembre de 2014:
(…)
“Que su relación política laboral con el agraviado fui fluida, respetuosa.
”Que
sus diferencias se aclararon con el paso del tiempo, que finalmente a través
del diálogo encontraron respuestas a sus discrepancias.
”Que
en una ocasión fue al domicilio del agraviado y comió con él y su familia.
”Que
la seguridad le fue retirada porque al principio no forma parte del decreto que
tenga derecho de hacer uso de la seguridad personal y en segundo término porque
el gobierno determino que todos los servidores públicos de seguridad pública
que estuvieran a cargo de algún servidor público o dependencia había que
concentrarse.
”Con
motivo del programa iniciativa Guerrero, a cargo del Secretario Jorge Peña
Soberanis y para mejorar la cobertura de los operativos, a petición de los
titulares de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de
Justicia del Estado, se concentró a los escoltas comisionados con ex
funcionarios del ejecutivo del estado.
”Que
el agraviado le solicito que permanecieran con el uno de los policías
comisionados, que es el que se encuentra comisionado con la familia.
”Que
se retiró la seguridad a todos los que tenían escoltas que eso no fue
particular” [sic].
¿USTED
LO MANDÓ A MATAR?
El
año pasado, a casi cinco años del asesinato de Chavarría, este autor entrevistó
al ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo.
Es
posible que lo expuesto en esta entrevista, haya sido lo mismo que planteó en
su declaración ministerial aquel martes, 2 de septiembre de 2014, pues pesaba
sobre él la supuesta acusación de Trinidad Zamora Rojo, de que le había dado la
orden de matar a Chavarría.
¿Usted
lo mandó a matar? —pregunté. “No, absolutamente que no”, contestó Torreblanca
Galindo, a una pregunta que veía llegar, pues la entrevista había tomado un
rumbo distinto, pero obligado. La conversación giraba en torno a la alternancia
en el proceso democrático de Guerrero.
Antes,
solté la primera pregunta que encaminaba a las demás interrogantes exigidas:
—¿El
Estado es asesino, contador?
—¿El
Estado qué? —sorprendido, contestó el ex gobernador con otra pregunta.
—¿Es
asesino? —repliqué.
—¿El
Estado? —volvió a contestar con otra pregunta.
—Mjm
—atajé. Si él contestaba con preguntas yo lo podía hacer con una
onomatopeya
—No,
de ninguna manera.
Sentado
frente a su escritorio de su oficina en Costa Azul, Acapulco, el
exgobernador reclinó su sillón y abrió
los ojos cuando solté la primera pregunta incómoda. La analizó:
—¿Quién
mató a Armando Chavarría?
—La
información que nosotros tenemos es que fueron grupos que no estaban de acuerdo
con él y que tienen que ver con la subversión —contestó, el exgobernador sin
querer dar detalles.
—Qué
significó Armando Chavarría para usted? —volví a ser sutil para reencaminarlo.
—Un
contrincante, un compañero, un colega, una gente con la que finalmente pudimos
tratar, pero dos formas distintas de hacer política.
—¿Llegó
a algún acuerdo con él?
—No.
Al contrario, él platicó (…), y las últimas veces que platicamos, él cambio
radicalmente la postura, que seguramente alguien le dijo que era peleando con Zeferino
como lo iba a lograr. Es más, yo le dije, en esta oficina, que le sugería que
mejor fuera diputado federal, para que se moviera en el estado y así no
tuviéramos de alguna manera confrontación para su futuro.
—¿Ése
fue el error de Chavarría?
—Yo
creo que, éh… no, no sé si sea el error… no sé si le haya ocasionado la muerte,
¿no? Son muchos factores, ¿no? Muchos análisis, pero yo creo que en el caso
particular de Armando, debería de haber sido diputado federal, para poderse
mover plurinominal en todo el estado, y estar en una actitud de menos
confrontación y de mayor suma. Como candidato eres más light, como gobernante
empiezas a ejecutar acciones. No. Platicamos muy bien con él. Él me dijo
claramente: “Sí usted no quiere que yo sea gobernador, yo no voy hacer
gobernador. Quiero pedirle que me ayude. Écheme la mano”…
—¿En
esta pasada elección (2011)?
—¿Armando?
—Sí,
¿o en el 2005?
—La
que hablamos un poco antes de su cumpleaños. Que me invitó el 27 de agosto a su
cumpleaños. Las últimas veces que hablamos.
—¿Textual,
le dijo “si usted no quiere que yo sea”...?
—Así
me lo dijo Armando. Claro, y eso yo lo he comentado. Él vino a platicar de la
seguridad, vino hablar de las hermanas, como quién dice vamos a encontrar un
acuerdo. Yo lo único que le dije, en alguna ocasión, nadie en sus cinco
sentidos entrega la gubernatura a los tres años. —Relató exaltado, al momento
que abrió los brazos y las palmas de las manos para reafirmar sus palabras.
Personajes
afines a Armando Chavarría, han referido que Zeferino Torreblanca es el autor
intelectual del asesinato del presidente de la Comisión de Gobierno el Congreso
de Guerrero, por ello la pregunta:
—Usted
fue el sospechoso número uno.
—¿De
lo de Armando?
—Sí.
—De
hacer novelas se pueden hacer muchas novelas. ¿Cuál sería el fundamento? Quitar
a Armando Chavarría, ¿para que llegara quién? Para que llegara Ángel Aguirre.
Solamente que fuera yo un loco.
Aquel
martes, 29 de abril, la aparente calma para Torreblanca Galindo en lo político
y mediático, me dio la oportunidad de preguntar:
—¿Usted
lo mandó a matar?
—No,
absolutamente que no.
—¿Por
qué lo mataron?
—Los
argumentos que yo tengo, que no quiero profundizarlos. Que por cierto...
—¿Por
qué, exgobernador?...
—¿Mande?...
—¿Por
qué (no quiere profundizarlos)?
—Porque
están… constan en autos, en el expediente, allí están. Usted oiga, las
declaraciones de gente que fue interrogada. Léalas, es un expediente amplísimo.
Yo tuve acceso y lo estuve viendo. Además una cosa muy importante, acuérdese
que desde el principio, en ese tipo de asesinatos, lo que dije es: ayúdeme la
PGR (Procuraduría General de la República). Desde un principio hubo coadyuvanza
de la familia. Ellos nombraron (sic). ¿No? Y desde un principio recibimos apoyo
y después fue atracción y después (sic) lo manejaron como perdido (el
expediente) de manera perversa, y que la señora lo sigue manejando de manera
equivocada un asunto que atrajo la PGR.
—¿Tiene
copia del expediente?
—No
me haga esa pregunta. Lo conozco, es lo más que le puedo decir. Sería un delito
decirle que sí.
—¿Se
siente culpable de esa muerte?
—De
ninguna manera.
—¿Qué
tanto conoció a Armando?
—Yo
creo que lo conocí más al final. Armando fue un hombre hecho para el sistema,
él supo aprender del sistema y supo negociar con el sistema. Acuérdese que con
Ángel Aguirre él fue el director del INEA (Instituto Nacional para la Educación
de los Adultos). Él era un gran negociador en las formas de la política
antigua...
Marco
Antonio Mönge Arévalo
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