Hace
unos días un informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública, señala a Guerrero como la entidad más violenta del país y
una de las cinco del mundo con mayor incidencia según los estándares de
homicidios internacionales.
En
el puerto de Acapulco se registran constantemente ejecuciones de personas sobre
todo en las zonas periféricas, muy a pesar de que el puerto cuenta con mil 300
elementos de la Gendarmería, de quienes se queja la población, porque se les ve
haciendo funciones de agentes de tránsito en la costera Miguel Alemán en lugar
de implementar operativos de seguridad en las zonas de mayor incidencia
delictiva.
Del
mes de noviembre a la fecha se han registrado 21 asesinatos de maestros, sólo
en el puerto de Acapulco.
En
el mes de octubre llegaron a Iguala 250 elementos de la gendarmería para
reforzar la seguridad en el municipio; en este mes de enero se sumaron 150
elementos más; sin embargo, siguen las ejecuciones.
En
tanto en municipios de Tierra Caliente de la entidad llegaron desde septiembre
unos 300 elementos para reforzar la seguridad, y en diciembre se anunció la
llegada de 200 más.
A
pesar de ello, en diciembre se registró la ejecución del sacerdote Gregorio
López Gorostieta y recientemente la del juez Jesús Sales Vargas a escasos
metros del cuartel militar.
Del
mismo modo, tan sólo en esta semana en Chilpancingo se registraron por lo menos
8 ejecuciones, este municipio se encuentra en proceso de ajustarse al Mando
Único, sus policías preventivos fueron enviados a certificarse, sin embargo
quedaron muy pocos, por lo que el presidente municipal, Mario Moreno Arcos, ha
pedido elementos policíacos para hacer frente a la delincuencia, sin que hasta
el momento haya sido posible.
El Siglo.
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