Huehuetoca,
enero 17 de 2019.- “El olor a gasolina los delató. Las alertas sobre una baja
de presión en el poliducto Tula-Azcapotzalco, mostraba que estaban extrayendo
combustible de manera ilegal. El personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) ubicó
el lugar y comenzó un recorrido de vigilancia para encontrar el punto exacto, y
sólo fue el hedor a gasolina el que los guió sobre la calle José María Morelos,
en el barrio de San Bartolo en Huehuetoca. La toma se encontraba bajo la sala
de la familia que habitaba esa vivienda, la cual conectaba con una manguera que
viajaba por un túnel a un predio a 80 metros del otro lado de la calle”.
Pero
esto no es nuevo, ha sido documentado desde hace una década por personal de
inteligencia y de logística de Pemex, así como del Ejército, encargados de la
seguridad y vigilancia de las instalaciones de la empresa petrolera, sin que
hasta ahora se hiciera nada por regularizar estas invasiones a los derechos de
vía.
“Así
es como operan los llamados huachicoleros en zonas urbanas donde se han
apropiado de los derechos de vía por los que transita la red troncal de ductos
de Pemex donde proliferaron las ordeñas. Casas-habitación, bodegas, negocios
varios, consultorios médicos y hasta escuelas han servido de fachada para
permitir la extracción ilegal del combustible”.
En
esta investigación detallán las acciones u omisiones que realizan personal de
PEMEX e incluso de la forma como organizaciones criminales han sido toleradas a
lo largo de varios sexenios para llevar a cabo esta actividad ilícita.
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