A diferencia del político, la libertad anticipada no ha sido opción para ellos
Mientras ciudadanos reciben condenas y multas elevadas por delitos menores, el político veracruzano podría quedar libre en 3 años
El día de ayer, el exgobernador del Veracruz, Javier Duarte, se declaró culpable de los delitos de lavado de dinero y de asociación delictuosa, por lo que fue sentenciado a 9 años de prisión y una multa de 58 mil 890 pesos.
Sin embargo, el priista podría salir libre en tan sólo 3 años, pues tiene la posibilidad de solicitar su libertad bajo supervisión luego de cumplir la mitad de su sentencia. Este procedimiento tomará en cuenta el año y 5 meses que lleva preso, por lo que dentro de 3 años y un mes podría pedir que se le otorgue tal beneficio.
Esta noticia ha llamado la atención debido a que el político es acusado del robo, desvío y lavado de más de 75 mil millones de pesos del erario de esa entidad, y a través de un acuerdo con la PGR ha conseguido reducir sus penas por los ilícitos, mientras que casos en los que se cometieron delitos de menor gravedad han recibido sentencias mayores y multas más elevadas.
Por ejemplo, en 2012 una joven de nombre Bianca originaria de Mexicali, BC, fue sentenciada a 23 años de prisión tras sufrir un aborto involutario.
La joven no sabía que estaba embarazada, pues su periodo menstrual se había presentado con normalidad, y el aborto espontáneo surgió una mañana mientras se bañaba. Según el portal Criminalización por aborto, la joven pidió orientación a sus compañeras de trabajo, quienes sólo se burlaron de ella y la insultaron.
Días más tarde fue detenida por policías, quienes la llevaron ante el ministerio público y tras un proceso de cerca de tres años, fue sentenciada a 23 años de prisión por el delito de homicidio agravado en razón de parentesco.
Otro caso es el del activista Gonzalo Molina fue detenido en 2013 acusado de “terrorismo”.
Molina, líder de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), fue detenido luego de participar en la toma del ayuntamiento de Tixtla y encarcelado.
El activista ha denunciado que existe interés por mantenerlo preso, pues pese a que el cargo por terrorismo ya fue echado abajo, las autoridades continúan sin otorgarle la libertad, detalló una nota de Bajo Palabra.
En tanto, en la Ciudad de México, existe un caso en el que un hombre de 31 años de edad fue sentenciado a 2 años de prisión por robar un par de cervezas.
El sujeto es identificado como Ismael Olmedo, quien detalló a El Universal, que mientras estaba bajo los efectos del alcohol ingresó a una tienda de abarrotes, tomó las dos cervezas y salió del establecimiento, pero metros más adelante fue detenido por policía.
Este error, lo llevó a ser parte de un proceso en el que se pretendía otorgarle 5 años de prisión; sin embargo, al final sólo fue sentenciado a dos, ignorando el hecho de que era un delito menor y que no contaba con antecedentes.
En enero de este año, un joven robó el celular de una pasajera del metrobus, delito por el cual podría alcanzar hasta 14 años de prisión.
La mujer pidió auxilio y otros pasajeros persiguieron al ladrón, le dieron alcance y lo sometieron. El joven fue presentado ante el ministerio público, y de acuerdo con el portal La Silla Rota, se solicitó a un juez de control fijarle prisión preventiva.
En todos estos casos, los ciudadanos incurrieron en delitos menores; sin embargo, esto no impidió que obtuvieran penas que superan por mucho las otorgadas a Javier Duarte.
A diferencia del político, la libertad anticipada no ha sido opción para ellos, lo que hace que se cuestione los métodos de justicia en nuestro país.
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