El menor de edad, tras dos días de estar hospitalizado, se fue a su domicilio
Además, confesó que ya ha participado en otros robos
El menor de 16 años de edad que el pasado lunes fue herido por un agente de la Policía de Investigación (PDI), en la Ciudad de México, luego de que intentó robarle un teléfono celular, quedó en libertad ya que un juez determinó que no representa un peligro para la sociedad.
Según informó El Universal, el juez encargado del caso consideró que no se ejerció ningún tipo de violencia, pues el intento de robo se cometió con un arma de juguete y además el agente recuperó su dispositivo móvil, por lo que determinó que no hubo delito que perseguir.
Por ello, el menor de edad, identificado como Alan, tras dos días de estar hospitalizado se fue a su domicilio por propio pie.
Cabe destacar que mientras el adolescente estuvo en el hospital, ninguno de sus padres acudió a visitarlo ni a preguntar por su situación jurídica, hecho que llamó la atención a las autoridades de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina, quienes solicitaron la intervención del área de Trabajo Social en el caso.
Sin embargo, Alan se negó a recibir ayuda argumentando que “él se las arregla solo”, además confesó que ya ha participado en otros robos en pandilla y que entre sus víctimas están transeúntes y una cafetería de la colonia Narvarte.
Pero, aunque realizó la confesión de estos delitos, estos no fueron tomados en cuenta por el juez, debido a que ninguno de los afectados presentó la denuncia correspondiente, y en consecuencia estos ilícitos no fueron tomados en cuenta por el juez.
El caso ya está en manos del Servicio Social de la Procuraduría capitalina, con el fin de evitar que el menor continúe cometiendo delitos y pueda ser reclutado por el crimen organizado.
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