Cherán expulsó no sólo a los delincuentes, sino también a las autoridades municipales
El control de la comunidad lo lleva una coordinación general y 12 comisiones
Hay un municipio que no celebrará elecciones este domingo, como el resto del país, y como lo ha hecho durante los últimos siete años.
Se trata de San Francisco Cherán, ubicado en la ciudad de Purépecha, Michoacán. Su extensión territorial la convierte en la comunidad indígena más grande del país, contando con una población de más de 14 mil habitantes que se rigen por usos y costumbres y por la Ley federal.
El crimen organizado y la poca voluntad de las autoridades municipales y federales para enfrentar la situación de desorden y violencia que asediaba a la comunidad purépecha, llevó a los locatarios a resolver el problema con mano propia.
El movimiento de Cherán, iniciado el 15 de abril de 2011, ha inspirado a varias comunidades indígenas que luchan porque sus derechos, su territorio, sus instituciones y su cultura sean respetados.
Desde entonces, los comuneros decidieron organizarse bajo su propio esquema para alejar al crimen organizado.
Cherán expulsó no sólo a los delincuentes, sino también a las autoridades municipales. La población estableció una estructura organizativa compuesta por una coordinación general y 12 comisiones que asumieron el control.
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