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En Jojutla piden ayuda; es el municipio más dañado tras el sismo

Aún necesitan mucha ayuda

Más de dos mil viviendas están dañadas en este municipio de Morelos

Karla Ávila Cisneros es una de las últimas personas que murieron en Jojulta, Morelos. Ella tenía 25 años, trabajaba en el Ayuntamiento de dicho municipio y apenas el año pasado se había casado.

Además de ella, otras dos personas fallecieron luego de quedar sepultadas en el techo de la estructura del Palacio de Gobierno, el cual colapsó tras el terremoto con magnitud de 7.1, el cual forma parte de cientos de inmuebles que colapsaron, como casas, negocios, bancos, iglesias y escuelas.

Otras cuatro personas más fueron sepultadas en el pateón local de Las Calaveras, mientras que más cuerpos están siendo enterrados en el de Independencia, en donde están regalando espacios.

En él también está sepultada Dalia Haro, de 32 años, cuya casa se le vino encima y no pudo escapar, su cuerpo quedó atrapado por la estructura que se hundió un piso.

Luego de esto, los pobladores y las autoridades locales están clamando ayuda, ya que no cuentan con agua, escasean los víveres y también faltan manos que ayuden a quitar los escombros de las más de mil 800 viviendas, iglesias, escuelas y comercios que quedaron dañados. Sumado a ello, Protección Civil restringió el acceso al centro de Jojutla, en donde en cualquier momento pueden derrumbarse más edificios.

Por otro lado, la joven de 16 años, María Fernanda, vio cómo su escuela se vino abajo: “De repente se escuchó un pisotón y después empezó a sacudirse y salimos del salón, pero al salir se sacudió más el piso”, recordó según una nota del periódico El Universal.

Algunas de las edificaciones más emblemáticas del municipio, como la Parroquia de San Miguel Arcángel, construida en 1884, también se derrumbó. Una iglesia aledaña se cayó y el Santuario del Señor de Tula sufrió severos daños.

Así, los pobladores informaron que dormirán en las calles, frente a sus viviendas, por el temor de perder lo último que les queda debido a posibles rapiñas.

A su vez, muchos negocios permanecen cerrados, mientras que en la periferia algunas personas abrieron sus fondas para abastecer de comida a los mismos ciudadanos.

Mientras tanto, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que hasta ayer se había recuperado el servicio de energía eléctrica en un 90 por ciento, mientras que ese 10 por ciento restante podrá ser restablecido luego de ver qué pasará con las instalaciones de los edificios derrumbados, que quedaron inservibles.

Hasta el momento han reportado más de 2 mil casas dañadas.