El cuerpo de “Monchito” jamás fue encontrado
Este caso ha sido comparado con el de “Frida Sofía”
Tras el terremoto ocurrido la tarde del 19 de septiembre en México, con una magnitud de 7.1 grados, los ojos de los ciudadanos han puesto su mirada y total atención al caso de una niña llamada “Frida Sofia” que se encuentra viva entre los escombros del colegio Rébsamen. Es una menor con quien el grupo de rescatistas ha tenido contacto, pero que tras más de 24 de trabajo no la han podido rescatar.
El caso de esta niña ha causado una serie confusiones por parte de los rescatistas, ya que de acuerdo con las autoridades del colegio, en dicha escuela no había nadie inscrita con ese nombre.
Sin embargo, minutos más tarde el cuerpo de rescate reveló que para efectos de comunicación con la niña se le dio el nombre de “Frida”, para que ella les contestara cuando le hablaran y después la comenzaron a llamar “Frida Sofía”.
De acuerdo con las fuerzas de seguridad que se encuentran en las inmediaciones del colegio, ayer por la tarde detectaron, con ayuda de un escáner térmico, movimiento bajo los escombros por lo que podría haber más sobrevivientes.
Esta noticia aumenta la esperanza de quienes han seguido minuto a minuto las labores de rescate de la menor.
Si los rescatistas logran salvar la vida de “Frida” serán un símbolo de paciencia, entrega y enorme corazón que jamás flaqueará en momentos de adversidad.
La historia de esta pequeña es similar a la de un niño llamado “Monchito”, en el terremoto de 1985.
Las primeras versiones indicaban que el niño que quedó sepultado junto con su abuelo bajo su casa de la calle de Venustiano Carranza, antes octava calle de Capuchinas, en el barrio de La Merced, de la Ciudad de México.
Durante días el cuerpo de rescate creyó escuchar respuestas acústicas provenientes de las profundidades de los escombros, hecho que animó su esperanza de encontrarlo con vida.
Por varios días el pueblo mexicano se unió en plegarias para que “Monchito” fuera rescatado. Él era la única esperanza de que el terremoto que derrumbó lo que encontró a su paso no había podido con un pequeño niño. Rescatistas de Miami, Mineros de Taxco, Los topos de México y jóvenes de la sección 5 del Voluntariado Nacional acudieron al llamado de emergencia.
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