Asegura que la muerte de Valdez dejo de manifiesto la vulnerabilidad de la prensa
¿Tiene el Estado mexicano la estatura, la decisión y los recursos para investigar, como se debe, e ir por los asesinos de Javier Valdez Cárdenas?, pregunta Aristegui
El pasado 15 de mayo fue asesinado a balazos al escritor y periodista Javier Valdéz Cárdenas en el centro de Culiacán, Sinaloa.
Valdéz trabajaba para el periódico Río Doce, el cual fundó, además, era colaborador de La Jornada.
Tras su muerte, el gremio periodístico nacional e internacional ha levantado la voz para pedir un alto a las agresiones en contra de la prensa.
Una de esas voces es la de la periodista Carmen Aristegui, quien aseguró en su columna en el diario Reforma que Valdez realizaba un importante trabajo ayudando a los lectores a ” tratar de entender al complejo mundo del narco y el crimen organizado”.
De acuerdo con Aristegui, la muerte de Valdez dejó de manifiesto la vulnerabilidad de la prensa que decide tocar temas crudos, pues publicó sobre capos, narcoperiodistas y autoridades. “De trato y sonrisa fácil, no tenía piedad para retratar esa realidad ‘cabrona’, como le llamaba”.
“Los periodistas de Río Doce han informado, por más de una década, sobre el ‘quién es quién’ de la zona, los pormenores de cómo se mueve la mafia y sus cómplices y dado a conocer informaciones que sólo se pueden obtener coexistiendo con quienes son, o están relacionados directamente con, el crimen organizado”, asegura Aristegui.
La periodista cita lo escrito por Ismael Bojórquez en su columna de Río Doce esta semana, donde asegura que “…los hijos del ‘Chapo’ enviaron una carta a Ciro Gómez Leyva y por esos mismos días Dámaso López Núñez busca espacio en dos impresos de Sinaloa, Río Doce y La Pared, a quienes concedió entrevista vía mensajes telefónicos, donde se deslinda del ataque que los ‘Chapitos’ le atribuyeron”.
En dicha columna habló sobre la intimidación ejercida en contra de Javier luego de la entrevista a Dámaso López.
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