En Edomex hay un muro que separa, literalmente a los pobres de los ricos
De un lado hay un río de excrementos y baches, del otro un campo de golf, una pradera verde, fibra óptica, entre otras
La postura de los mexicanos hacia el muro que planea construir Donald Trump en la frontera de Estados Unidos para dividir a ambos países es de total rechazo, pero en el Estado de México ya existe a un muro que separa, literalmente, a los pobres de los ricos.
De un lado se aprecian varias casas grises de cemento y techo de lámina sobre calles con baches que dibujan eses imposibles hasta un río de excrementos: una cloaca donde han aparecido mujeres asesinadas.
Al otro lado, hombres vestidos con lujo caminan por la pradera verde y brillante de un campo de golf, al fondo se vislumbra un pequeño lago, dos torres de diseño minimalista y una casa de campo.
Ambos mundos están separados por un muro de tres metros de alto, el cual divide al búnker de la urbanización de lujo Bosque Real Country Club y la barriada popular La Mancha.
La altura del muro es suficiente para que los golfistas no vean al barrio ni el barrio vea a los golfistas.
Los terrenos de Bosque Real Country Club tienen 600 campos de fútbol y separan a dos ayuntamientos –Huixquilucan y Naucalpan– del cinturón conurbado de la capital, a menos de una hora en coche.
Ambos evidencian el crecimiento urbano en la entidad mexiquense: una mezcla de urbaniaciones de clase media, alguna lujosa zona residencial y una gran cantidad de casas de infravivienda levantadas por los propios habitantes en los cerros.
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