Manlio Fabio Beltrones fue quien impulsó la construcción de esta obra
Los daños son varios, como la caída de placas de materiales comprimidos, huellas de humedad, fracturas, fisuras, desprendimientos, rastros de salitre y la pérdida de acabados
En la Cámara de Diputados se gastaron 62 millones de pesos en la remodelación de su fachada, la cual fue hecha con material deficiente que hoy en día representa un riesgo para las personas que visitan el lugar.
Los daños son varios, como la caída de placas de materiales comprimidos, huellas de humedad, fracturas, fisuras, desprendimientos, rastros de salitre y la pérdida de acabados, los cuales se pueden ver en las fachadas de los edificios D, E y F y en la parte superior de los edificios A, C, E y G.
Destaca que en 2013, el despacho Ramírez Vázquez y Asociados fue el que se contrató para llevar a cabo el plan de retirar la piedra de cantera colocada en la construcción original de 1981, para reemplazarla por materiales más ligeros.
La realización de esta construcción fue impulsada por quien entonces se desempeñaba como coordinador de la bancada priísta, Manlio Fabio Beltrones, quien fue el que invitó a realizar la obra al despacho del arquitecto Pedro Ramírez, autor del diseño del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Incluso esta remodelación fue supervisada por el aún secretario general de la Cámara, Mauricio Farah.
Sin embargo, dos años después comenzaron a darse a conocer los graves daños en el material, con lo que se reportó una posible afectación patrimonial por al menos 13 millones de pesos, de acuerdo con precios unitarios del 2013. Pese a ello, bajo concepto de precios actuales, el daño podría ser superior a los 30 millones de pesos.
Resalta que en enero de 2015, el periódico Reforma informó que además del pago extra por la remodelación en las fachadas, en San Lázaro se aprobó una ampliación del plazo de entrega, asumiendo un retraso de ocho meses y hacer pagos por adelantado.
A pesar de que los daños ya representan un riesgo para los diputados, la empresa que llevó a cabo la obra no se ha hecho responsable de las reparaciones.
La primera señal de la mala edificación de la obra se dio el 23 de octubre de 2015, cuando se cayó el plafón en una fachada del edificio F, desde una altura de más de 12 metros.
Posteriormente, a principios de 2016, se reportaron los primeros daños por humedad. Aunque fue hasta finales del año pasado cuando se revisó toda la obra y pudieron identificar los daños.
Gracias a esto, el área administrativa de la Cámara dijo que era urgente que se resolvieran las afectaciones en el recinto.
Hasta el momento no se ha resuelto nada, ya que el tiempo para hacer efectiva la garantía de reparación ya venció.
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