ACAPULCO,
Gro., 29 Diciembre 2016.- El miércoles pasado, en el puerto de Acapulco,
Astudillo encabezó un acto oficial flanqueado por su compadre, el exalcalde
porteño vinculado con el narco, Manuel Añorve Baños, donde regaló despensas,
estufas, televisores, ventiladores, equipos de audio, refrigeradores y
lavadoras a decenas de priistas acarreados por líderes seccionales del tricolor
de las zonas marginadas del principal destino turístico de la entidad.
La
empobrecida masa abarrotó el Centro de Convenciones Acapulco para rendir culto
a la personalidad del mandatario quien ordenó colocar tres lonas monumentales
con su imagen plasmada y la de su esposa Mercedes Calvo al pie de un mensaje
que decía: “Juntos lograremos nuestra misión de llevar felicidad a nuestra
gente, con afecto Héctor y Mercedes”.
En
su cuenta personal de Twitter, Astudillo calificó el reparto de dádivas como
“un convivio” con habitantes de colonias de la zona rural y suburbana de
Acapulco, considerada como la franja más violenta del puerto donde las personas
viven bajo el régimen de las pandillas que disputan a sangre y fuego las calles
de Acapulco.
Este
acto gubernamental fue organizado por diputados locales y federales, así como
regidores y líderes seccionales del PRI, quienes acarrearon a los pobres de
Acapulco y con lista en mano llenaron el lugar.
Para
la prensa, fajos de billetes: La entrega de dádivas del gobierno de Astudillo
se extendió al gremio periodístico. En días pasados dueños y directores de
medios de comunicación, lectores de noticias de radio y televisión, así como
reporteros de medios electrónicos y prensa escrita fueron convocados a
diferentes cónclaves realizados en el hotel Princess de Acapulco y la
residencia oficial Casa Guerrero en Chilpancingo donde recibieron fajos de
billetes “por su labor informativa” realizada durante este año.
Fuentes
oficiales y reporteros beneficiados, consultados por Apro, refieren que las
cantidades variaban de acuerdo al medio de comunicación que representaban los
beneficiados y los sobres iban desde tres mil a 30 mil pesos.
La
administración de Astudillo se ha negado de manera sistemática e ilegal, a
transparentar el gasto de publicidad oficial en medios de comunicación, a pesar
de que la ley indica que se trata de información pública de oficio.
La
opacidad de este gobierno en el manejo de los recursos públicos destinados para
este rubro y otros casos de interés público, es similar a la que han asumido
sus antecesores, a pesar de que en el discurso las autoridades estatales se han
comprometido a cumplir con las disposiciones legales de transparencia para
evitar actos de corrupción.
Desde
agosto pasado, las organizaciones civiles Artículo 19 y Fundar han advertido
que existe una preocupación particular por la opacidad que existe en Guerrero y
Tamaulipas, debido a que durante cuatro años las autoridades de ambas entidades
no han transparentado la información sobre su gasto en publicidad en medios de
comunicación.
En
el informe denominado “Libertad de expresión en venta”, las ONG consideran que
estos recursos públicos se distribuyen conforme a criterios políticos e
intereses privados, y se convierte en el medio idóneo para controlar las líneas
editoriales de los medios, una práctica definida como “censura sutil o
indirecta”.
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