Alberto
Rodríguez Guzmán.
AYUTLA
DE LOS LIBRES, Gro., 21 Octubre 2016.- La práctica de venta de recién nacidos
continua en el municipio de Ayutla entre las mujeres indígenas ya que en su
mayoría son menores de edad que no quieren responsabilidades o bien porque sus
padres las obligan a separarse de sus hijos, además de que existe un alto
índice de casarlas antes de los 15 años de edad.
Ser
mujer en pueblos indígenas de Ayutla, es ser una persona vulnerable tras violar
los derechos de las menores, ya que por la creencia o por cultura la mujer que
rebasa los 15 años y no se casa es una mujer “quedada”, por eso los padres son
los primeros en negociar con hombres adultos para intercambiarla por ganado o
granos necesarios para la familia.
Aunque
la menor este en desacuerdo de formar a temprana edad una familia no le queda
otra más que aceptar, pues a la menor no se le solicitar opinión alguna para
formar una nueva familia y menos con un hombre adulto, ya que la idiosincrasia
de estos pueblos aún no es superada para entender que la mujer y el hombre
tienen los mismos derechos humanos y civiles.
Otros
casos y aún más graves es cuando estas mujeres comienzan a temprana edad a una
vida reproductiva y tienen hijos, pues en gran parte muchas son abandonadas por
sus parejas por diversas razones y la falta de oportunidad en educación escolar
provocan que inconscientemente regalen o vendan a sus hijos con la ayuda de los
mismos familiares o amigos cercanos.
La
mujer en los pueblos de Ayutla aún son víctimas de abuso laboral y sexual,
muchas de ellas prefieren quedarse calladas pensando que no tienen otra
oportunidad más en la vida, las que les dan sus padres o su marido quien por lo
regular le llega a doblar la edad, pues los padres según piensan que con un
adulto les ira mejor que casarlas con un jovencito, pues este no cuenta con
recursos económicos.
Los
mismos centros de salud y hospitales a pesar de que niegan a confirmar la
práctica del aborto y de venta de recién nacidos, son muchos los rumores de que
esto se ve a diario en los nosocomios, a pesar de que han solicitado a las
mismas mujeres no quedar embarazadas, pero tal parece que ignoran que los que
mandan son los maridos y no las mujeres sobre su cuerpo y su salud.
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