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Se incrementa el uso de motonetas en Cruz Grande y es inexistente un reglamento para su uso

Alberto Rodríguez Guzmán. 

CRUZ GRANDE, Gro., 18 Agosto 2016.-  En la cabecera municipal de Florencio Villareal, mejor conocido como Cruz Grande, existe un nulo reglamento para que las motocicletas operen en las calles y avenidas, no respetan señalamientos y no usan casco protector, además de que los usuarios dicen ser influyentes y que no tendrán problemas con las autoridades. 
Desde hace años la dirección de tránsito municipal en este municipio no ha logrado regular el uso de motocicletas, motonetas y cuatrimotos en las calles céntricas y hacer valer el reglamentos vehicular para que usuarios de este tipo de vehículos viajen con las precauciones pertinentes y que estén debidamente registrados. 
La ciudadana Lourdes López Guerrero, dijo que los motociclistas no respetan ni las banquetas de los peatones ya que en muchas ocasiones estos vehículos son estacionados frente a negocios o casas sin que se pongan a pensar que la zona del peatón es obstruida, obligándolo a caminar por donde circulan los vehículos. 
En la visita al municipio por lo menos cuatro motociclistas y una cuatrimoto que circulaba sin placas se observaron sobre la avenida Álvaro Obregón sin que el personal de tránsito municipal los infraccionara a pesar de no contar con casco, por lo que vecinos hacen un llamado a la alcaldesa Emisel Liosol Molina González, para que ponga orden en este transporte que muchas veces peligra en la ciudad. 
“No sabemos hasta cuándo se va a tener una administración que aplique verdaderamente la ley de tránsito, ya basta de corrupción, pues muchos se sienten con influencias por decir que son familia de la alcaldesa, regidores y directores, y en vez de ayuda solo friegan a terceros”, señalo Lourdes López. 

Roberto Gómez Hernández, también argumento que en ni en el primer cuatro de la ciudad se cuenta con señalamientos viales por lo que no solo los motociclistas peligran al circular por las calles céntricas sino los mismos automovilistas no respetan velocidades o bien llegan a “volarse” los topes que se encuentran en la Álvaro Obregón.