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Maestros bloquearon carretera en Xaltianguis, destrozaron oficinas de la SNTE en Acapulco y lanzaron huevos al Congreso del Estado

Fernando Cristales Andrade, Gerry Bahena Hernández. 

ACAPULCO

Unos 20 integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación el Guerrero (CETEG) destrozaron las oficinas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Las acciones se iniciaron al mediodía por parte de integrantes de la CETEG encabezados por el dirigente Walter Añorve Rodríguez, quienes llegaron a las oficinas del SNTE en la calle Paseo de la Cañada en la avenida Ruiz Cortines, sacaron computadora y sillas para quemarlas y rompieron vidrios de las ventanas.
También realizaron pintas en las que se leía “Traidores vende patria”, “Charros”, “Traidores a la patria”, acciones en contra del cese de maestros a partir de la quincena próxima y que los principales líderes del movimiento magisterial fueron los primeros en ser notificados.
En Xaltianguis, unos cien maestros tomaron la carretera México Acapulco, junto con el Comité de Bases Ampliadas de la Educación Media Superior (CBAEMS), realizaron un bloqueo total sobre este tramo carretero en la salida de la población rumbo a Chilpancingo.
Colocaron vehículos para evitar el paso de camiones y particulares, lo que ocasionó molestia y reclamos por parte de los automovilistas aunque la respuesta de los docentes fue que esto lo hacían porque están defendiendo la educación pública para el pueblo.
En la capital del estado, maestros lanzaron huevos al Congreso, exigieron la derogación de la reforma educativa y evaluación docente, poco más de cien integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero, afines al secretario general Ramos Reyes Guerrero, protestaron en el Congreso local contra la reforma educativa y la evaluación docente.

Casi a la par de la movilización que surgió en el puerto de Acapulco los cetegistas llegaron al Congreso local y exigieron la intervención de los funcionarios para que se derogue o modifique la reforma educativa, posterior a esto arrojaron huevos a las instalaciones que eran resguardadas por policías estatales con equipo antimotín.