Notimex.
BANGKOK,
01 Junio 2016.- Autoridades tailandesas de medio ambiente encontraron hoy en un
monasterio budista alrededor de 40 cadáveres congelados de cachorros de tigre
de entre uno a siete días de nacidos.
En
el tercer día de intervención del Templo del Tigre, en la occidental provincia
tailandesa de Kanchanaburi, a 160 kilómetros de la capital Bangkok, las
denuncias de abuso quedaron confirmadas.
El
cateo inició el pasado lunes con el objetivo de rescatar a unos 130 ejemplares
de felinos en el templo y trasladarlos a sitios apropiados, sin embargo el
hallazgo desvió por completo la atención.
Los
cadáveres de los cachorros fueron encontrados en la cocina, dijo Adisorn
Noochdumrong, subdirector general del departamento de Parques Nacionales, Vida
Salvaje y Conservación de Plantas, citó The Bangkok Post.
De
inmediato fotografías tomadas por el fotoperiodista Dario Pignatelli y subidas
a su cuenta de Twitter comenzaron a certificar los hechos y el maltrato que
vivían los felinos.
Algún
valor deben de tener, pero ignoro cuál sería, agregó Noochdumrong, quien
recibió una denuncia anónima de lo que podía encontrar en la cocina.
Los
reportes de prensa agregan que también se encontró el cadáver de un manturrón,
binturong o gato osuno negro, así como órganos de otras clases de animales
silvestres.
Las
denuncias sobre lo que ocurría en ese templo budista han originado varios
reportajes de prensa internacional, que sin embargo se detenían en el abuso que
representaba que turistas jugaran y alimentaran a los felinos.
Se
trataba de una atracción turística que ofrecía “desayunar con monjes y tigres”,
de acuerdo a su sitio electrónico http://www.tigertemplethailand.com/.
Ahí
se describe que el primer cachorro había sido recibido en 1999 de manos de
habitantes de la zona que lo habían encontrado, y la entrega de animales siguió
hasta que en abril de 2015 se había llegado a 167 felinos.
De
acuerdo a la página electrónica promocional, se podía alimentar y bañar a los
cachorros “y mucho más” en el templo que estaba abierto todos los días del año.
Empero,
un reportaje de una reportera del británico The Sun el pasado septiembre,
mostraba a turistas acosando a los tigres con largas varas, y alimentando con
biberones llenos de fórmula láctea a los cachorros.
De
acuerdo con los cálculos del rotativo, con un costo por entrada por persona que
iba de las 15 a las 150 libras (21.6 a 216 dólares), el templo acumulaba un
ingreso anual de 3.8 millones de libras al año (5.49 millones de dólares).
Otro
trabajo elaborado por un reportero que se ofreció como voluntario en el templo
y publicado por matadornetwork, indicó que los cachorros eran alimentados una y
otra vez por los turistas.
Se
agrega que a la disposición de los turistas había en total ocho ejemplares de
los felinos, pero de acuerdo a sus cálculos debería de haber más de 120, que
sin embargo no aparecían por ninguna parte.
Para
el budismo los tigres encarnan a Durga, la diosa india de la Naturaleza. Shiva,
la pareja de la diosa, viste una piel de tigre representando que se encuentra
más allá de los límites del mundo natural.
Hasta
mediados del siglo pasado los monjes budistas acostumbraban realizar sus
ejercicios de meditación sentados en sus típicas posiciones sobre una piel de
tigre, lo que cesó y ahora se emplean tapetes decorados con imágenes de los
felinos.
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