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CHILPANCINGO,
Gro., 19 Mayo 2016.- Curiosamente, los meses de septiembre han marcado a
Guerrero; los días 13, 14 y 15 de septiembre del 2013 la tormenta tropical
Manuel y el huracán Ingrid devastaron a gran parte del estado. Familias enteras
quedaron sin viviendas, principalmente las que habitaban en zonas de alto
riesgo como los márgenes de las barrancas y las laderas.
A
partir de la desgracia en la que quedaron miles de familias guerrerenses, las
autoridades federales se dieron cuenta que existía la entidad suriana y se
vieron interesados al menos mediáticamente; el presidente Enrique Peña Nieto
visitó Guerrero en varias ocasiones para constatar la inmensidad de los daños
ocasionados por Manuel e Ingrid.
En
una de sus visitas, en Casa Guerrero y al lado del ex gobernador Ángel Aguirre
Rivero se comprometió con los guerrerenses y anunció el “Plan Nuevo Guerrero”,
obviamente que el anuncio lo hizo después de que en todo lugar que visitó, los
damnificados le exigieron a gritos su intervención porque lo habían perdido
todo.
La
ambiciosa promesa del presidente de la república era reconstruir las viviendas
y la infraestructura carretera que fueron arrasadas por la fuerza de la
naturaleza y para llevarlo a cabo anunció primero una inversión de 67 mil
millones de pesos, luego reculó y dijo que serían 45 mil millones.
A
casi tres años de Manuel e Ingrid, los damnificados siguen igual; están sin
vivienda, muchos de ellos rentando y en los pueblos de la Sierra aún no los han
reubicado como es el caso de la comunidad de San Vicente. El gobierno federal
no ha cumplido lo pactado, los 45 mil millones de pesos no se ven que hayan
sido aplicados en la entidad arrasada por la fuerza de la naturaleza.
El
“Plan Nuevo Guerrero” que traería la reconstrucción del estado no ha llegado a
la entidad; la promesa no se ha cumplido, el gobierno de Enrique Peña Nieto se
burló de los guerrerenses, pues viven en los mismos lugares de riesgo.
En
Chilpancingo serán reubicadas en la colonia El Mirador alrededor de mil 500
familias y solo unas cuantas han recibido su vivienda; casas de mala calidad
como las que acostumbran hacer esas grandes constructoras que contrata el
gobierno, en la capital al menos 15 casas están en muy mal estado.
Las
lluvias ya están encima y la mayoría de los damnificados regresaron a los
márgenes de las barrancas y laderas, pues a tres años de distancia el gobierno
federal no les ha cumplido.
La
reconstrucción de Guerrero es la promesa que no llega…
Nos
leemos mañana, mientras no es posible que se haya necesitado de la intervención
del gobernador Héctor Astudillo, para destrabar el conflicto con los
trabajadores del Congreso local, que duraron una semana en paro laboral ante la
apatía de Flor Añorve Ocampo; esto dejó ver que de nada sirve que sea la
presidenta de uno de los tres poderes en el estado, ya que no tiene capacidad
de respuesta.
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