Agencias.
La
Fiscalía de São Paulo ha pedido prisión preventiva para el expresidente de
Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. El exmandatario, del Partido de los
Trabajadores (PT), fue denunciado por este mismo organismo el miércoles por
lavado de dinero y ocultación de patrimonio. Ahora, los fiscales aseguran que
existe riesgo de fuga y de que obstaculice las investigaciones.
La
petición de cárcel para Lula, divulgada íntegramente por el portal jurídico
Jota, es contundente. Argumenta que una fuga de Lula sería "extremadamente
simple" y sostiene que, al aislarlo, garantizarían "el orden público,
la instrucción del proceso y la aplicación de la ley". Los fiscales
expresan su temor de que el expresidente movilice a su "red violenta de
apoyo" para obstaculizar el proceso en su contra y que amenace a víctimas
y testigos.
Desde
hace días, en Brasilia llueven los rumores sobre la posibilidad de que Rousseff
le ofreciese a su padrino político un puesto en el Gobierno para convertirlo en
aforado, informa Afonso Benites. Mientras este ocupase la cartera solo podría
ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal. Parte de la opinión pública ve la
posibilidad de un nombramiento como una especie de confesión de culpabilidad de
Lula y como una señal de la pérdida de poder de la presidenta.
El
presidente nacional del PT, Rui Falcão, calificó este jueves la petición de
prisión preventiva de "mediática". "Va en la línea de lo que
hace este fiscal y sus compañeros: denunciar sin pruebas al presidente
Lula", comentó.
"El
fiscal que anticipó su decisión de denunciar a Luiz Inácio Lula da Silva antes
de escucharlo dio otra prueba de parcialidad al solicitar su detención
preventiva", reaccionó el Instituto Lula, una fundación encabezada por el
exjefe de Estado y que opera como su portavoz. El comunicado insiste en que hay
documentos que demostrarían que Lula no es el propietario del apartamento.
"Pese a eso, solicita medida cautelar contra el expresidente en otro
triste intento de usar su cargo para fines políticos', asegura.
La
jueza debe ahora decidir si acepta o rechaza la solicitud. No hay un plazo
establecido para que responda. Si fuera condenado, el expresidente podría tener
hasta 13 años de cárcel.
Los
fiscales piden, además, prisión preventiva para Léo Pinheiro, expresidente de
la constructora OAS (investigada en el caso Petrobras), y para el extesorero
del PT João Vaccari Neto, detenido en la operación anticorrupción Lava Jato.
La denuncia
La
Fiscalía de São Paulo, la misma que ahora pide cárcel, denunció el miércoles a
Lula da Silva por lavado de dinero y ocultación de patrimonio, menos de una
semana después de que fuese interrogado en otra investigación paralela por
supuesta corrupción en la estatal Petrobras. Según la acusación, Lula y su
esposa, Marisa Letícia Lula da Silva, ocultaron la propiedad de un apartamento
de lujo en Guarujá (litoral del Estado). La vivienda está al nombre de la
constructora OAS, y Lula siempre ha negado que fuese suya.
La
gran investigación del caso Petrobras (Operación Lava Jato) también menciona el
apartamento como prueba de que Lula recibió beneficios ilícitos de
constructoras. En el marco de la Lava Jato, la policía registró el viernes
pasado la casa del exsindicalista. Tras interrogarlo sobre su supuesto
enriquecimiento gracias a desvíos de dinero de Petrobras en los años de su
Gobierno, la Fiscalía publicó un durísimo comunicado acusándolo ser "uno
de los principales beneficiarios" de la corrupción de la estatal.
Con
estos escándalos empeora la crisis del Gobierno brasileño. Rousseff se
encuentra cada vez más frágil y aislada, y todavía queda un reto importante por
delante: la protesta de este domingo convocada por la oposición a la presidenta
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