AGHO
SAN
BERNARDINO, Estados Unidos, dic. 4, 2015. Abrazos, lágrimas, flores y velas
alrededor de un altar improvisado.
Cientos
de personas se congregaron para recordar a los tres hispanos fallecidos en el
tiroteo en California durante una vigilia en el estadio de béisbol San Manuel,
en el centro de la ciudad de San Bernardino, a unos kilómetros de distancia del
centro donde se registró el tiroteo y de donde los atacantes cayeron en un
enfrentamiento con las autoridades.
Muchos
tenían los rostros llorosos, estaban ensimismados o reflexivos y se abrazaban
los unos a los otros. Otros lloraron al acercarse a un altar improvisado en la
entrada del estadio, adornado con dos grandes ramos florales, muchos cirios y
un par de mensajes de solidaridad.
Hispanos,
afroestadounidenses y muchas otras personas honraron a las víctimas y
sostuvieron velas durante la ceremonia
de más de una hora. Una pantalla gigante iluminada mostró el mensaje "SB
Strong 12-02-15", en alusión a las iniciales de la ciudad, la palabra
"fuerza" en inglés y la fecha del suceso.
Scott
Wyatt recordó a Juan Espinoza, de 50
años, y relató que lo conoció a mediados
de la década pasada, cuando él era instructor en corte juvenil y Espinoza era
agente de correccionales.
"Él
era un tipo sencillo, tranquilo, una persona que no le gustaba llamar la
atención, solo le gustaba hacer lo que tenía que hacer", dijo Wyatt con
los ojos llorosos y la corbata suelta. "Esto te toca muy adentro".
De
acuerdo con las autoridades, Espinoza era mexicano y vivía en Highland.
Reportes de prensa dicen que era inspector de sanidad en el Departamento de
Salud Pública del condado de San Bernardino, al igual que Velasco.
"Esta
vigilia está uniendo a la comunidad pero desafortunadamente, lo perdimos. Pero
no lo vamos a ver como el final, vamos a sobrellevar esto", agregó Wyatt,
miembro electo del Distrito Escolar Unificado de la Ciudad de San Bernardino.
El
tiroteo motivó a Gabriel Martínez a recoger a su hijo de 11 años Gabriel Jr. de
la casa de su ex y llevarlo a la vigilia para inculcarle solidaridad.
"Esto
nos une. Estamos orgullosos de ser de San Bernardino", dijo el padre de
ascendencia mexicana, quien dijo que una prima salió ilesa del tiroteo pero no
quiso dar su nombre.
Casi
todos los muertos y heridos eran empleados del condado. El tiroteo dejó un
saldo de 21 heridos, incluyendo dos policías, de acuerdo con las autoridades.
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