ACAPULCO,
Gro., 29 Diciembre 2015.- Regidores o titulares de dependencias del gobierno
local o estatal, en activo o ex funcionarios, sin distinción de partidos
políticos; de las más de 800 víctimas mortales que la violencia ha dejado a lo
largo del 2015 en Acapulco, 12 han sido funcionarios.
El
asesinato de Andrés Lara García, director de Recursos Humanos del Ayuntamiento
de Acapulco, y su chofer, Raúl Parra Herrera, es sólo el último caso de una
serie de ejecuciones que, ligadas o no, han despertado alarma entre políticos y
funcionarios del municipio.
Lo
único que parece haber en común es la violencia utilizada en los crímenes; la
mayoría de ellos murieron acribillados en ataques sorpresa a plena luz del día.
Además, sus asesinatos comparten una generalizada impunidad y un pobre avance
en las investigaciones ministeriales.
Tampoco
ha hecho mucha diferencia la elección y posterior toma de protesta de las
nuevas autoridades locales y estatales; encabezadas por el alcalde de Acapulco,
Evodio Velázquez y el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo.
Al
contrario, a partir de las elecciones del 7 de junio – mitad de año, también –
el número de funcionarios asesinados prácticamente se ha triplicado.
Ayer,
el síndico procurador Ilich Lozano Herrera manifestó que el asesinato de Lara
García, no debe generar sicosis entre los funcionarios públicos.
“Hay
que tomarlo con precaución, pero con calma” dijo, y agregó que “no sería
sensato que el día de mañana todos los funcionarios municipales trajeran
escolta”, dijo.
Entrevistada
a parte, la regidora María Antonieta Guzmán Visairo señaló: “Seguimos al amparo
de la gente mala y oscura y que trata con esto de entorpecer de alguna manera
el trabajo que se está haciendo en esta administración”.
“Conocía
a Lara y lamento este asesinato artero. Ojalá haya justicia, y digo ‘ojalá’
porque no ha habido justicia para nadie, por eso hemos sido señalados como una
ciudad muy peligrosa”, opinó, por su parte, la regidora Gloria Sierra.
Previo a las
elecciones
Antes
de la jornada electoral para renovar la gubernatura y 81 alcaldías, ya habían
muerto tres funcionarios en el puerto y principal ciudad de Guerrero.
El
19 de febrero, el ex regidor y militante del Partido Acción Nacional (PAN),
Guillermo Cisneros Chegüe, fue asesinado de varios impactos de bala alrededor
de las 10:30 de la mañana, en la colonia Centro. Su hermano, Darío Cisneros
Chegüe, abogado y ex líder del PRI, había sido asesinado en noviembre de 2014.
La
tarde del 27 de marzo, el ex coordinador de la Policía Ministerial en Guerrero,
Juan Hernández Almazán, fue asesinado de varios disparos de arma de fuego en
Acapulco, durante un asalto a un local en la zona Diamante.
El
sábado 4 de abril, por la mañana, el comandante de la Policía Municipal de Acapulco,
Daniel Pérez Crisóstomo, fue atacado por hombres armados a bordo de una
motocicleta en la avenida Cuauhtémoc. El oficial, cabeza del entonces paro
laboral de esa dependencia, murió en el lugar y su hijo fue herido.
Tras las elecciones
Pasadas
las elecciones, han sido asesinados nueve funcionarios y ex funcionarios,
incluido un regidor y más jefes policiacos.
El
20 de julio fue asesinado el ex director de Reglamentos y Espectáculos de
Acapulco, Carlos Yebale de la O; varios hombres armados le dispararon en un
taller de motocicletas de la localidad de Llano Largo.
Semanas
después, el 5 de agosto, fue ejecutado afuera de su casa Humberto Chávez
Millán, ex director de Adquisiciones y Servicios de la Secretaría de Finanzas
de Guerrero. Había estado involucrado en presuntas modificaciones a las bases
de licitación para favorecer a un proveedor, razón por la que lo separaron de
su cargo.
El
22 de septiembre, el jefe de Tránsito municipal, Jorge Zambrano Hernández y dos
policías viales fueron atacados; uno de los agentes murió y Zambrano Hernández
fue hospitalizado pero falleció el 6 de octubre.
El
2 de octubre, el ex delegado administrativo de Protección Civil, Juan Adalid
Flores Hernández, fue asesinado a balazos dentro de su carro en la calle Andrés
de Urdaneta del fraccionamiento Hornos.
En
ese hecho, también fue secuestrada Dulce Melina Mayo quien era secretaria del
ex secretario de Seguridad Pública, Marcos Esteban Juárez Escalera, y quien
días después fue encontrada muerta.
La
noche del 8 de octubre, fue asesinado otro comandante de la Policía Municipal,
Severiano Retana Bello, por hombres armados que lo atacaron cuando se dirigía a
su domicilio en el Trébol de Las Cruces.
Y
otros dos días después, en la comunidad de Tres Palos, fue emboscado y
acribillado el regidor priísta Jesús de la O Gallardo; llevaba apenas 10 días
en el cargo.
El
12 de octubre, un comandante de la Policía Vial, Juan Ávila Domínguez, fue
asesinado a balazos por hombres armados que lo esperaban al llegar a la escuela
de su hijo.
El
16 de noviembre, el ex director de Gobernación del ex alcalde Luis Walton,
Felipe Loyo Malabar, fue ejecutado en la colonia Hogar Moderno, en las
inmediaciones de su casa.
Cabe
destacar que el 18 de noviembre fue asesinado el abogado de los policías
municipales de Acapulco, Jesús Antonio Lemus Beltrán, afuera de su domicilio,
en la colonia Progreso de este puerto, cuando se dirigía a una conferencia de
prensa.
Al
igual que varios de los jefes policiacos asesinados este año, Lemus Beltrán
había sido amenazado en varias narcomantas colocadas en el puerto.
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