AYUTLA
DE LOS LIBRES, Gro., 25 Septiembre 2015.- Alumnos de la Normal de Ayotzinapa
olvidados entre el movimiento por la presentación de los 43 desaparecidos,
padres que no cuentan con recursos para poder seguir en la lucha, otros por no
hablar nada español han sido un obstáculo en espera de que sus hijos puedan
regresar a casa.
En
la región de la Costa Chica han quedado en el olvido alumnos que se encuentran entre
el grupo de los desaparecidos originarios de Ometepec, de nombre Luis Ángel
Francisco Arzola y Carlos Lorenzo Hernández Muñoz y uno más del municipio de
Cuautepec, Luis Ángel Abarca Carrillo.
Sus
padres son personas adultas que no pueden salir de sus casas y en varios
ocasiones externaron que no pueden realizar grandes caminatas como las que se realizan
en cada manifestación, aunque tienen la esperanza de ver a sus hijos de
regreso, además de que por ser gente indígena solo habla su lengua, esto es aún
más difícil la comunicación con ellos.
Entre
los 43 normalista de Ayotzinapa desaparecidos cuatro son vecinos del municipio
de Ayutla; Carlos Iván Ramírez, Felipe Arnulfo Rosas, Mauricio Ortega Valerio y
Aldo Gutiérrez Solano, este último único sobreviviente pero aún continua en
coma, del municipio de Tecoanapa; Saúl Bruno García, Leonel Castro Abarca,
Jorge Aníbal Cruz Mendoza, Abel García Hernández, Alexander Mora Venancio, de
quien según fueron identificados sus restos, Marcial Pablo Baranda y los
hermanos Doria y José Luis González Parral.
Las
familias de los jóvenes desaparecidos no han dejado de buscar a los
normalistas, pues muchos son apoyados por el mismo movimiento y familiares
cercanos quienes aportan recursos económicos para poder realizar los constantes
viajes a la capital del estado o bien a la Ciudad México, asegurando que sus
hijos siguen vivos y que la verdad histórica es una farsa del gobierno federal
y estatal.
Son
15 jóvenes poco más de la cuarta parte de los normalistas
detenidos-desaparecidos la noche del 26 de septiembre y la madrugada del otro
día en Iguala, son originarios de municipios y localidades marginadas en la
Costa Chica, región que constantemente se manifiesta por las injusticias que
viven todos los días, desde los excesivos pagos de energía eléctrica, la falta
de oportunidades de trabajo y la nula o poca atención por parte de sus
gobiernos para dar mejoría la vida de sus habitantes.
Alberto Rodríguez Guzmán.
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