CIUDAD
DE MÉXICO, Gro., 14 Agosto 2015.- La Universidad Autónoma de San Luis Potosí
(UASLP) y la Agencia Espacial Mexicana (AEM) realizan una investigación en el
área de la geomedicina para crear un mapa de riesgo nacional sobre la plaga del
dengue y Chikungunya.
A
través del Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento de Información
Fitosanitaria (LaNGIF) de la UASLP, un equipo de geógrafos localizará los
puntos donde el mosquito transmisor está presente en todo el país.
El
proyecto comenzó en 2010 con un monitoreo vía satélite de zonas marginadas y
afectadas, recordó la coordinadora técnica del LaNGIF-Ciacyt, Guadalupe Galindo
Mendoza, en una entrevista para la Agencia Informativa Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El
proyecto contiene un índice entre mapas y diversos datos que recopila el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para determinar las zonas de mayor
reproducción y afectación del insecto, indicó.
Según
datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el dengue es una infección
transmitida sobre todo por la especie de mosquito hembra Aedes aegypti, y en
México representa un problema de salud pública.
En
el caso del Chikungunya, que se detectó en más de 60 países de acuerdo a la
OMS, se trata de una enfermedad viral que se transmite por la picadura del
mosquito portador del dengue y se caracteriza por dolores articulares.
En
México los focos epidémicos están en Chiapas, Veracruz, Campeche y Tabasco,
pero se detectaron casos en Nayarit, San Luis Potosí y algunas zonas de
Jalisco.
“Sin
embargo, no se emiten alertas oportunas porque están afectando muchas zonas de
turismo internacional. Estas apariciones en climas desérticos se deben al
cambio climático y a la plasticidad y capacidad que tienen los insectos de
transformarse y adaptarse. El clima y las temperaturas ya no son una barrera”,
dijo Galindo Mendoza.
“Las
poblaciones más vulnerables de infección son las que viven en alta marginación,
que tienen piso de tierra, sin drenaje y sin agua. El 21 por ciento de nuestra
población, aproximadamente cuatro millones de familias, sufre este tipo de
carencias”, añadió.
Mediante
el uso de diversos recursos tecnológicos como imágenes de satélite, sistemas de
información geográfica y teléfonos inteligentes, los investigadores relacionan
variables que permiten el desarrollo del mosquito en algún lugar.
Qué hacer para
evitar la trasmisión del Chikungunya
“Queremos
desarrollar una plataforma en tiempo real con la Agencia Espacial Mexicana
dentro del campo de la geomedicina. Con base en análisis de características
geográficas, demográficas y sociales en relación con el análisis espacial, se
dará seguimiento a estas problemáticas”, puntualizó.
“Además
estudiamos las características del paisaje que determinan las invasiones y las
enfermedades. Son tres sanidades las que hemos denominado como ‘paisaje
epidemiológico’: la salud agrícola, la forestal y la humana”, señaló.
Los
investigadores también planean crear talleres participativos en las comunidades
afectadas para que conozcan el riesgo del dengue y del Chikungunya.
Galindo
Mendoza comentó que en colaboración con la AEM buscan generar imágenes de
satélite con mayor resolución espacial para hacer un monitoreo continuo de los
focos epidémicos donde se encuentran las enfermedades.
Agencias.
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