CIUDAD
DE MÉXICO, D.F., 01 Mayo 2015.- La actriz mexicana María Elena Velasco, mejor
conocida por su personaje de “La india María”, falleció este viernes a los 74
años de edad, por complicaciones en su salud.
En
febrero pasado, la actriz, quien estrenó en 2014 la película “La hija de
Moctezuma”, fue internada supuestamente por padecer cáncer de estómago.
Mediante
un comunicado de prensa, la Sociedad de Directores-Realizadores de Obras
Audiovisuales, el deceso ocurrió en la madrugada de este 1 de mayo.
“La
india María era uno de los pocos personajes mexicanos que traspasó fronteras,
permanecerá en el inconsciente de los habitantes de la nación de esta centuria
y del pasado siglo XX.
“El
cine mexicano y la Sociedad de Directores Realizadores están de luto, su arte
como intérprete y como directora de cine nos trascenderá por mucho tiempo, todos
la recordaremos como “La india María”, personaje pobre, simpático, sin
educación, sin buen manejo del español, con aspecto indígena pero eso sin con
la malicia y el ingenio para salir bien librada de todos los abusos de poder”, indicó
el comunicado.
TRAYECTORIA
La
actriz mexicana María Elena Velasco Fragoso destacó por su entrañable personaje
de “La india María” con el cual filmó decenas de películas que la consagraron
en el gusto del público.
Su
última cinta fue “La hija de Moctezuma”, dirigida por su hijo Iván Lipkies y
protagonizada por Eduardo Manzano, Rafael Inclán, Irma Dorantes y Raquel Garza,
su estreno fue en octubre de 2014 con 370 copias.
Velasco
estuvo casada con Julián de Meriche, actor, director y productor de escena de
origen ruso, enviudó en 1974 y no se volvió a casar.
María
Elena Velasco Fragoso nació el 17 de diciembre de 1940, en Puebla, estudió arte
dramático con Dimitrio Sarrás y Carlos Ancira, dirección cinematográfica con
Ludwig Margules y guionismo con Xavier Robles y Raúl Figueroa, casi 15 años
trabajó como segunda tiple en el teatro Tívoli y como bailarina participó en
los ballets de Ricardo Luna y José Luis Hurtado; gracias a su talento, trabajó
como comparsa de los cómicos Adalberto Martínez “Resortes”, Jesús Martínez
“Palillo” y Fernando Soto “Mantequilla”, entre otros.
Su
carrera despuntó en el teatro universitario al actuar en montajes como “El
séptimo sello”, de Ingmar Bergman (Dir. B. Villanueva, 1970), “Dos viejos
pánicos”, de Virgilio Piñera (Dir. Gonzalo Celorio, 1972) e “Inmaculada”, de
Héctor Azar (Dir. Héctor Azar, 1972).
En
1962 incursionó como actriz en el cine con un pequeño papel en la cinta “El rey
del tomate”, bajo la dirección de Miguel M. Delgado, al lado de Eulalio
González “Piporro”, a este trabajo le siguieron “Los derechos de los hijos” y
“México de mis recuerdos”.
En
1971 protagonizó “Tonta tonta pero no tanto”, del director Fernando Cortés,
desde entonces hasta 1996, María Elena ha sido la actriz principal de varias
películas cómicas.
A
principios de los años setenta, Velasco Fragoso creó el personaje de “La india
María”, como sugerencia del coreógrafo Ricardo Luna, con esta caracterización,
María Elena debutó en la televisión, en el programa “Domingos espectaculares”
de Televisión Independiente de México (TIM).
Poco
después, realizó exitosas presentaciones con sketches para el programa “Siempre
en domingo” de Telesistema Mexicano, posteriormente Televisa vio la buena aceptación
del público, “La india María” logró tener sus propias series, “Las estrellas y
usted” y “Su programa Nescafé”.
En
1979, María Elena Velasco debutó como guionista y directora en la industria
cinematográfica con “Okey, mister Pancho”, filme que dirigió en colaboración
con Gilberto Martínez Solares.
Velasco
ha escrito siete largometrajes, entre ellos “El que no corre, vuela”, “El
coyote emplumado”, “Ni Chana ni Juana”, “Ni de aquí ni de allá”, “Se equivocó
la cigüeña” y “Las delicias del poder” (1996).
También
participó en televisión con “Over the top” (1992), “¡Ay María qué puntería!”,
“Papá soltero”, “La hora pico”, “Mujer, casos de la vida real”, “La familia P.
Luche” y “Corazón indomable” (2013).
Su
inconfundible personaje ocurrente, sincero y cómico, encarnaba las virtudes de
la honradez, la generosidad y el trabajo, así como también la vida tradicional
en el campo mexicano y todas las peripecias de los indígenas en la capital.
Agencias.
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