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Manuel Uruchurtu, unico mexicano que viajo en el Titanic hace 103 años

Manuel Uruchurtu, abogado y diputado mexicano no tenía planeado viajar en el Titanic, de hecho, compró un boleto para otro barco que lo llevaría de Francia a Veracruz.
Pero su destino ya estaba escrito. Abordaría el Titanic el 10 de abril de 1912, hace un siglo.
Un amigo le cambió el boleto, para que se fuera en el barco más potente y lujoso del mundo. 
"Dice, me voy a ir el día 10 de abril, y salgo a bordo del buque Spagna, de bandera francesa, que salía del puerto de L´Havre a Veracruz, dice, ese mismo día, llega el Titanic, pero llega a Cherburgo, aprovecha el viaje, para que pierdes el tiempo y quieres acelerar la llegada a México y dice, yo extraño ya a la familia, y tengo cosas que hacer allá, no, no, vete vía Nueva York, toma, se va Guillermo Obregón, cambia el boleto, regresa y le dice, ten, definitivamente, te vas en el Titanic, y le cambia el boleto. Que aprovechara, que era el viaje inaugural, que era el barco más lujoso, que iba a ser una enorme experiencia y que aparte, le había conseguido cabina de primera clase, así que se iba a ir, cómodamente", dijo Alejandro Gárate Uruchurtu, sobrino de Manuel Uruchurtu.
Después de terminar su misión diplomática en Europa, Manuel Uruchurtu, abordó el Titanic con el boleto de primera clase número 17601, con un costo de 27 libras esterlinas.
Envió esta carta, fechada en París a su esposa Gertrudis.
"Mi querida viejita, debo estar aquí el día 9 de abril en la noche, para salir el 10 en la mañana a Cherbourg, para embarcarme en el Titanic. He recibido la mayor parte de los periódicos. Me llama la atención que la prensa nada haya dicho de mi viaje. ¿Habrá pasado desapercibido? No lo creo. Muchos besos a todos mis pollitos", recordó Leonardo Ferrera, con ligero eco.
Su intención: regresar a México para encontrarse con su esposa y sus siete hijos y posteriormente, buscar una Senaduría en el Congreso.
La última comunicación a su familia: un telegrama, con letra elegante y apurada.
Embárcome. Firma: Uruchurtu. Cherbourg, Francia, 10 de abril de 1912, poco antes de abordar el Titanic.
Tres generaciones más tarde, la familia Uruchurtu conserva los documentos del caballero mexicano que entregó su vida por salvar a una mujer y a un bebé, en el  naufragio de la nave.
Desde Cherbourg los pasajeros, entre ellos Uruchurtu, son transportados al Titanic en el transbordador Nomadic.
"Y a los pasajeros los empiezan a llevar del puerto, a un muelle intermedio que había, que es donde estaba, para que pudieran abordar, un muelle flotante, vamos a llamarle de alguna manera, pero el movimiento del muelle original al barco, era en transbordador, porque por dimensiones, difícilmente esos barcos alcanzaban a entrar", narró Alejandro Gárate Uruchurtu en la sala de su casa.
El ferry Nomadic es lo único que quedó 100% conservado un siglo después. Es una pequeña réplica del Titanic y se utilizó tanto en Belfast durante la botadura del trasatlántico, como en Cherbourg, Francia. Ahora se puede admirar en la capital de  Irlanda del Norte.
Varias premoniciones, anticiparon el naufragio del Titanic.
El  periodista W. T. Stead describió en 1886 la colisión de dos barcos y la muerte de la mayoría de los pasajeros por la falta de botes salvavidas. Lo asombroso es que él mismo murió como pasajero del Titanic.
El libro "Inutilidad", "El naufragio del Titán", de 1898, narra lo siguiente:
Un barco inhundible naufraga con 2 mil pasajeros a bordo, después de chocar con un iceberg. El barco se llama "Titán", cuenta con compartimientos herméticos,  navega a la misma velocidad que el Titanic y sus botes salvavidas son insuficientes.
Edith Russell, pasajera de primera clase, también experimentó premoniciones, como lo muestra una carta enviada desde Quennstown, el último puerto.
"Este es el barco más maravilloso en el que pueda pensar. Su longitud alcanzaría desde la calle de La Paz, hasta la calle Rivoli. Todo lo imaginable: alberca, baño turco, gimnasio, canchas de squash, cafés, jardines del té, cuartos de fumadores, una sala más grande que la del Gran Hotel, grandes salones y habitaciones más grandes que las que de un hotel promedio de Paris. Es un monstruo y no puedo decir que me gusta, siento como si estuviera en un gran hotel, en vez de un barco acogedor, todo es tan severo y tan formal. Hay cientos de sirvientes, maleteros, camareros, camareras y  elevadores. Decir que es maravilloso, es incuestionable, pero no con la comodidad de los barcos del pasado. Estamos anclados en Queenstown. Sólo odio dejar Paris y seré feliz de regresar. Voy a tomar el muy necesario descanso el resto del viaje, pero no logro sacarme una sensación de depresión y premonición de  problemas. Como me gustaría que ya terminara", escribió en una carta Edith Rusell, una pasajera de primera clase.
La ruta del Titanic fue la siguiente:
Belfast, Irlanda del Norte; Southampton, Inglaterra; Cherbourg, Francia; Quennstown, Irlanda, de donde inició su travesía hacia la ciudad de Nueva York, a donde nunca llegó.
"En los días previos a la salida, le hacen una revisión exhaustiva: lanchas, chalecos salvavidas, instalaciones, maquinaria, etc y estuvieron a punto de no darle la salida, por una cuestión de las aseguradoras", explicó Alejandro Gárate Uruchurtu.
Finalmente, la comisión de comercio y el almirantazgo británicos, otorgan los permisos para la navegación del barco.
Fue exactamente en este muelle, en el número 38, en el Puerto de Southampton, al sur de la ciudad de Londres, donde el barco de vapor Titanic, el más lujoso, el más elegante, zarpó, exactamente hace 100 años, el 10 de abril de 1912.
La población de Southampton, se volcó para despedir al Titanic, alrededor de 500 miembros de la tripulación eran originarios del puerto, uno de los más activos del Reino Unido.
"El hermano de mi abuelo, George, zarpó en el Titanic y también se hundió con el barco. Era cocinero en el Titanic. Si fue triste para todos. ¿Qué decía su abuelo sobre el Titanic? que era un  barco hermoso, nadie podía creer que pudiera hundirse, fue un shock para todos", recordó Michael Wife, habitante de Southampton, Inglaterra.
El destino final quedó sellado para mil 500 pasajeros que murieron la madrugada del 15 de abril de 1912, en el Atlántico Norte.
Ahí entregaron su vida dos de nuestros personajes. El pasajero mexicano del Titanic, Manuel Uruchurtu y el tripulante ingeniero de motores, Thomas Millar.
Los periódicos de la época consignaron la pérdida.
"Más o menos un par de años después, es cuando viene a México Elizabeth Rammell, que es la que se salva en su lugar, que con el tiempo vino a ser un gran personaje, ella, también, en EU", agregó Alejandro Gárate Uruchurtu, miembro de la Sociedad Histórica del Titanic.
Elizabeth Rammel recorrió México para contar cómo se salvó del naufragio y agradecer personalmente a la viuda, a los hijos, a la madre del caballero mexicano.
"Elizabeth no se conformó sólo con eso, se fue hasta Sonora y llegó a platicar con mi bisabuela, que era la mamá de Manuel, curiosamente mi bisabuela nunca aceptó la muerte de Manuel, ella, hasta el día que se murió en 1924, se paraba, se sentaba en la entrada de su casa, en lo que ahora es avenida Rosales en Hermosillo, esperando todos los días la llegada del hijo, porque nunca aceptó la muerte de él", detalló el sobrino de Manuel Uruchurtu.
En los siguientes años, Rammel fue una destacada integrante del Ejército de Salvación, una organización de ayuda al prójimo.
El acto de caballerosidad de Manuel Uruchurtu no ha sido reconocido oficialmente en México, pero sí en el Senado de los Estados Unidos.
Otras aportaciones del abogado Uruchurtu sí se reconocen, como haber defendido a México en el litigio con Estados Unidos por el territorio del Chamizal.
"Es un orgullo que una historia mexicana, sea con lo que yo considero que este país es lo que representa, llena, es una historia de caballerosidad, de honor, que yo creo que esas dos palabras podrían ser las solución para muchísimos de los aspectos que vivimos el día de hoy, la falta de educación, la degradación que hemos tenido, en la falta de la cultura, en la caballerosidad, los valores familiares, yo creo que son soluciones que podemos ir implementando, para que volvamos a ese México tan excelente en el que todos crecimos", afirmó Alejandro José Gárate Uruchurtu.
Nunca se recuperó el cuerpo del diputado Manuel Uruchurtu.
Tampoco el de Thomas Millar, uno de los 40 miembros de la tripulación, originarios de Belfast, donde se construyó el Titanic.
"El barco estaba navegando casi a todo vapor y a pesar de que tuvo advertencias de hielo, que había pedazos de hielo en el área, de otros barcos, no alteró el curso de navegación, ni redujo la velocidad, desafortunadamente, es muy difícil ver un iceberg, cuando tienes una noche calmada, una noche como esa, porque no hay olas rompiendo contra él, ellos sólo vieron el iceberg 38 segundos antes del impacto, el barco iba hacia el iceberg.
“Debió haber sido increíblemente aterrorizante para la gente, pero me imagino que mi bisabuelo estaba trabajando hasta el final, debió haber sido llamado al cuarto de máquinas, para que cualquier conocimiento que tenía, tal vez no tuvo tiempo de pensar qué estaba pasado hasta que fue demasiado tarde y estoy segura de que sus últimos pensamientos fueron para sus dos hijos, que se quedaban huérfanos, por lo que le pasó a él", destacó Susie Millar, bisnieta de Thomas Millar, uno de los 40 miembros de la tripulación, originarios de Belfast, donde se construyó el Titanic.
Las cifras confirman que sí hubo diferencia de clases sociales en el Titanic.
En primera clase se salvó el 62% de los pasajeros, en segunda clase, el 59% y en tercera clase, sólo el 25%.
Para Belfast y Southampton, el Titanic no es una película de Hollywood, es una realidad que nació con una proeza de la ingeniería y de la construcción y se cerró en con un desastre, del que muchos no quisieron hablar durante décadas.
Los hijos de Thomas Millar quedaron huérfanos, en el mismo año murieron su madre y su padre. Fueron criados en medio de carencias.
Un fondo de caridad les ayudó a salir adelante.
"Ellos obtuvieron un pago semanal del fondo de emergencia del Titanic, suficiente para tener ropa, pan, zapatos, me imagino que fue difícil ¿La compañía le dio dinero a la gente por algún tiempo? No fue tanto la compañía, fue una donación, de una organización de caridad, y un comité decidió cómo dividirlo", agrega Susie Millar.
100 años después del naufragio, Belfast conmemora el aniversario con una exhibición monumental, "Titanic Belfast", la más grande del mundo.
"Se trata de una construcción de vanguardia, que busca convertirse en un nuevo ícono, un nuevo símbolo, que durante muchos años, durante décadas, estuvo conocida por actos terroristas y por violencia, ahora quiere darse a conocer por este tipo de construcciones vanguardistas".
"Belfast estaba avergonzada de que el Titanic se construyera aquí, ha estado un poco dormido durante los años, pero tanto para la gente de Belfast, como a nivel internacional, quién no conoce el Titanic, todo el mundo sabe del Titanic", explicó la profesora de español María Teresa Ruiz.
"La inspiración del edificio, es un edificio barco, que fue construido en Belfast hace 100 años, la principal inspiración para el exterior del edificio es todo el Titanic, la famosa proa que quedó más de 90 pies en el aire, la inspiración para el interior del edificio es la herencia industrial asociada con la ciudad, hace más de 100 años, fuertes elementos de acero, estructuras mayores", detalló Noel Molly, director del Proyecto "Titanic-Belfast".
"Vamos a tener un verdadero edificio icónico y vamos a tener la más grande exhibición del Titanic en el mundo, no somos un museo, es muy importante contar fiel y verdaderamente la historia, pero de una manera muy moderna, entonces utilizamos tecnologías táctiles, nuestro desafío es representar la historia de manera que atrape a todo el mundo", agregó el arquitecto Noel Molly.
La capital de Irlanda del Norte quiere dejar claro que aquí se construyó el Titanic, en los astilleros de principios del siglo XX.
"El único lugar que puede contar la historia del Titanic, es donde se diseñó, donde se construyó, donde fue botado, esa es la herencia de Belfast y ninguna otra ciudad del mundo puede tener eso", afirmó el presidente de la exhibición Titanic- Belfast, Tim Husbands.
El edificio de "Titanic Belfast" diseñado por el arquitecto Eric Kuhne, tiene la misma altura del Titanic y en su interior hay nueve galerías para entretenimiento, conocimiento y ciencia.
"De hecho, te ponemos en un carro que lleva a través de los astilleros, los tamaños, el olor del trabajo en los astilleros, madera, acero, etc, después, te llevamos a la botadura del barco y te llevamos de manera muy respetuosa acerca del trágico hundimiento", agregó  Tim Husbands.
Se esperan 425 mil visitantes al año, del Reino Unido y del resto del mundo.
En el interior hay réplicas perfectas del puente de navegación, la escalera principal, el restaurante de primera clase y otras áreas del Titanic.
La temperatura desciende y se oscurece, para recordar el naufragio del 15 de abril de 1912.
De la clase Olympic, los trasatlánticos más grandes del mundo construidos en la primera década del siglo XX, dos barcos terminarían hundidos: el Titanic y el Britanic, este último, durante la Primera Guerra Mundial, por el alcance de una mina, aunque sin víctimas.
Sólo el Olympic recorrería la ruta como estaba programado, entre las costas de Europa y de América, hasta los años 30s.
Titanic, objeto de culto y fascinación para un planeta entero, aun encierra enigmas. A pesar de que se establecieron dos comisiones de investigación en Inglaterra y en los Estados Unidos, continúan las dudas.
¿Por qué el Titanic no disminuyó su velocidad en medio de una superficie cubierta de hielo?  ¿Quién tuvo la responsabilidad del accidente? ¿Los propietarios de la línea White Star? ¿El capitán John Smith? Son algunos de misterios que prevalecen.
A 4 mil metros de profundidad, yace el naufragio del Titanic. Y aunque miles y miles de objetos han sido recuperados del fondo del mar, el misterio del Titanic, continúa.


Agencias.