ALEMANIA,
30 Marzo 2015.- El copiloto de Germanwings aprovechó una ida al baño de su
comandante para atrancar la puerta de cabina y realizar la maniobra fatal que
provocó la colisión del avión en una montaña de los Alpes franceses.
Antes
del colapso el piloto del avión grito ¡Abre la maldita puerta, al copiloto, mientras
se escuchan los gritos de los pasajeros, según recoge hoy el diario alemán Bild
tras los resultados de la caja negra.
La
publicación divulgó en su edición dominical parte de la transcripción de las
últimas conversaciones entre los tripulantes, de acuerdo con los registros de
las cajas negras.
Días
antes, el fiscal de Marsella había explicado que esta grabación puso de manifiesto
que el copiloto se encerró en la cabina cuando el comandante se fue al baño,
poco antes de estrellar el avión. Pero no detalló los diálogos entre los dos
hombres.
Según
el diario Bild, durante los 20 primeros minutos del vuelo, el comandante
Patrick S. y su copiloto Andreas Lubitz hicieron comentarios banales.
El
comandante explica a su copiloto que no ha tenido tiempo de ir al baño antes de
despegar en Barcelona.
A
las 10H27, el piloto pide a Lubitz que prepare el aterrizaje en Düsseldorf.
rita.
Hacia
las 10H40, el Airbus toca la montaña, y se oyen los gritos desesperados de los
pasajeros.
Son
los últimos ruidos de la grabación, indicó Bild.
Inmediatamente
después, el aparato se estrelló a 700 kilómetros por hora y se desintegró con
sus 150 ocupantes en los Alpes franceses.
El
sábado, Bild publicó una entrevista de una azafata que había tenido una
relación amorosa con Lubitz, y que refuerza la pista que apunta a que el
copiloto sufría problemas mentales.
La
joven aseguró que cuando oyó hablar de la tragedia, le vino a la memoria una
frase del piloto:
Otro
diario alemán, el Welt am Sonntag, aseguró que los investigadores descubrieron
en el domicilio de Lubitz numerosos medicamentos para enfermedades psíquicas.
La
fiscalía de Düsseldorf informó el viernes que se habían encontrado rotas bajas
médicas en la casa del joven piloto. Sin embargo, no se ha encontrado ninguna
carta de adiós que explique lo que pensaba hacer.
Según
The New York Times, el joven tenía serios problemas oculares que podrían
haberle impedido volar.
Y
Bild aseguró este domingo que Lubitz sufrió un desprendimiento de retina, una
afección ocular curable que puede impedir que un piloto siga volando, si no se
trata a tiempo.
El
general de gendarmería francés Jean-Pierre Michel, que estuvo el sábado en
Düsseldorf con una delegación de tres personas llegadas de Francia para
colaborar con los investigadores alemanes, confirmó que la personalidad de
Andreas Lubitz es “una pista seria” en la investigación, así como que se trató
de un acto voluntario.
No
obstante, por el momento no se ha excluido que se pudiera tratar de una falta
involuntaria o de un fallo técnico del avión.
En
el sureste de Francia, los equipos de rescate iniciaron este domingo su sexta
jornada consecutiva en la zona de la catástrofe con el fin de seguir
recuperando e identificando restos humanos, así como de localizar la segunda
caja negra del avión.
Agencias
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