SEÚL,
COREA, 05 Marzo 2015.- Las autoridades policiales creen que en la vivienda del
presunto agresor podrían hallarse objetos que arrojen luz sobre el ataque de ayer
y permitan determinar cómo fue planeado.
La
policía de Corea del Sur inició hoy un registro de la vivienda y la oficina de
Kim Ki-jong, el activista radical que el jueves acuchilló al embajador de EU en
Seúl, Mark Lippert, provocándole heridas en la cara y en la mano.
Decenas
de agentes entraron con una orden judicial en la casa de Kim -donde también se
encuentra su oficina- en el céntrico distrito de Seodaemun en la capital
surcoreana para confiscar documentos y dispositivos de almacenamiento de datos,
informó la policía.
Las
autoridades policiales creen que en la vivienda del presunto agresor podrían
hallarse objetos que arrojen luz sobre el ataque de ayer y permitan determinar
cómo fue planeado y si existió algún cómplice, según indicó la agencia local
Yonhap.
La
justicia surcoreana también ha dado luz verde para obtener los registros
telefónicos de Kim, a la espera de que la policía solicite hoy una orden de
arresto que incluirá previsiblemente el cargo de intento de asesinato.
El
agresor, de 55 años, atacó a Lippert durante un desayuno en el Centro de Arte
Sejong, frente a la embajada estadounidense en la capital surcoreana, y le
provocó heridas en la mano y un profundo corte de 11 centímetros en la cara que
ha requerido más de 80 puntos de sutura.
Tras
el ataque, este activista radical y líder de un grupo civil de tendencia
ultranacionalista lanzó proclamas contra las maniobras militares conjuntas que
Corea del Sur y EU llevan a cabo estos días en territorio surcoreano, y que han
generado fuertes protestas de Corea del Norte.
El
detenido aseguró a la policía durante su detención que actuó sin cómplice
alguno, que el cuchillo era suyo y que había planeado la agresión diez días
atrás.
Se
trata del primer ataque a un enviado de EU en Corea del Sur y el segundo a un
embajador en Seúl después de que en 2010 el mismo Kim Ki-jong lanzara un bloque
de cemento al representante diplomático de Japón, sin que el objeto lo
alcanzara.
El
autor de los dos ataques, que ya pasó dos años en la cárcel por el intento de
agresión al embajador japonés, es un viejo conocido de la policía que en las
últimas décadas ha protagonizado diversos actos violentos en protestas y
manifestaciones.
También
viajó legalmente en hasta seis ocasiones a Corea del Norte en 2006 y se cree
que simpatizaba con el régimen de los Kim, aunque prácticamente se descarta una
vinculación entre el ataque y el Gobierno norcoreano.
Agencias.
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