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Amparo permite que circo ofrezca espectáculos con animales por todo México

Empresario defiende espectáculos con animales en los circos

Asegura que los empresarios circenses no se niegan a las regulaciones, por el contrario, quieren que las revisiones se mantengan

En 2015 entró en vigor la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe utilizar animales salvajes en los circos en México, sin embargo, existe un empresario que viaja por el país con su circo y su show de animales, pues cuenta con un amparo contra dicha reglamentación.

Se trata de Emilio Canto Ruiz, empresario circense quien se ha pronunciado en contra de esta ley, pues acusa que ésta fue mal planeada y es anticonstitucional.

Canto Ruiz aseguró al portal Al Calor político que las autoridades deberían dejar a los cirqueros realizar sus actividades, pues al menos él no maltrata a los animales y cuenta con los permisos necesarios para trabajar con ellos.
 
“Venimos de Matamoros, Reynosa; estuvimos en Tlaxcala y vamos para el centro de la República. Nosotros seguimos luchando, peleando por los animales que fallecieron, que los sacrificaron, la gente me pregunta por qué traemos animales de circo, mejor pregúntense dónde están los animales que fueron sacados de los circos”, abundó.

Aseguró que tras la implementación de la ley, la reubicación de los animales fue un “negocio redondo”, pues el 80% de los ejemplares sacados de los circos fueron asesinados, sacrificados para aprovechar pieles, colmillos y garras.

Cuestiona que no es posible que PROFEPA y SEMARNAT no se sepan dónde están los animales que fueron sacados de los circos tras la implementación de la ley

“Dicen no sabemos y cómo que como autoridad no saben dónde están, si vienen a recogerme algo debes darme una constancia que te los llevaste, nadie sabe a dónde quedaron los animales”, agregó.

Denuncia que la reglamentación fue una masacre que dejó a más de 15 mil familias circenses sin trabajo de manera directa, además de impactar de manera indirecta a sus proveedores que son los fabricantes de lonas, vendedores de pollos y demás.

Sostiene que los empresarios circenses no se niegan a las regulaciones, por el contrario, quieren que las revisiones se mantengan y que si cuentan con el papeleo adecuado les permitan trabajar.