TIERRA
CALIENTE, Gro., 12 Junio 2016.- Y allí andaba ese jueves pozolero, con la
mirada alerta y la actitud en guardia, era la diputada federal, Silvia Rivera
Carbajal, quien acompañó al gobernador, Héctor Astudillo, en su recorrido por
cuatro de nueve municipios de la Tierra Caliente, no obstante ese recelo, trató
de mostrar estoicismo, algo en realidad muy lejano.
Ya
antes se había mofado de un reportero, a quien le presumió su poder económico,
por lo que era feliz, mientras el comunicador, en cambio, era "un muerto
de hambre".
Haber
rasurado el recurso de proyectos de la Sagarpa para beneficiarias de Prospera,
parecía diluirse, parecía hacerse humo pese el escándalo nacional, la diputada
quiso pasearse bajo la figura del gobernador, como para sentirse protegida.
Así
era el cuadro, nadaba en la impunidad, sobre la presunción de ella misma, de
los 40 millones de pesos para un mercado en Pungarabato que ya se empieza a
sospechar que no existieron nunca, y que al igual que Ángel Aguirre Rivero, a
quien varios diputados locales perredistas le fueron a suplicar regresara al
PRD, apelan a la flaca memoria de los guerrerenses, por lo acontecido el 26 de
septiembre de 2014 en Iguala... No, nadie se acuerdo del oprobio, y a esa flaca
memoria, pero sobre todo el cobijo oficial, le apuestan muchos. Aquí nada pasa.
Vivimos en México.
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