Alberto
Rodríguez Guzmán.
SAN
MARCOS, Gro., 14 Junio 2016.- Atrás del nuevo mercado municipal fueron
colocadas las llantas que fueron recolectadas en el marco de un programa
denominado ¨Llantón”, que implemento el gobierno municipal y la dirección de
salud pero al no colocarlas en un lugar adecuado se estará convirtiendo en un
lugar de criaderos de moscos que transmiten las enfermedades del Dengue,
Chikungunya y Zika.
El
evento que se realizó en el mes de marzo casi los más de 500 neumáticos
permanecen en la parte trasera del nuevo mercado municipal que también no ha
sido habilitado para los comerciantes de San Marcos, y con la presencia de
lluvias de temporada los vecinos temen que el agua que se acumulen en las
llantas sean criaderos de moscos y se venga una epidemia mayor en el municipio.
En
este evento también participio la Jurisdicción Sanitaria 06 con sede en Omeptec
a quien hacen un llamado para que el alcalde Juan Carlos Molina Villanueva, envié
estos neumáticos a un lugar donde sean procesados o destruidos para evitar más
enfermedades de Dengue, Chikungunya y Zika, pues los índices continúan en
aumento por estos casos.
Juan
Manuel Hernández Perulero, señalo que esto origina un foco de infección y que
no solo es responsabilidad del Ayuntamiento sino de la misma jurisdicción sanitaria
y la dirección de salud, ya que fueron tres dependencias las que participaron e
hicieron creer a la población de descacharrizar objetos inservibles y que ahora
se dan cuenta que no hicieron completo su trabajo.
A
poco más de tres meses estos neumáticos han permanecido en la parte trasera el
mercado municipal nuevo y los vecinos ahora piensan que por eso no se puede
erradicar las infecciones de Dengue, Chikungunya y Zika, porque los criaderos
aún se encuentran en San Marcos, “De anda sirvió la campaña de “Llantón” en San
Marcos si serán criaderos de moscos”, dijo Víctor Hogo Mendoza.
Lo
más preocupante es que la mayoría del municipio visita la unidad deportiva que
se encuentra a un costado de donde están las llantas y por eso ahora urge que
las llantas sean enviadas a una cementera
que se encuentra en Acapulco y a la que fueron ofrecidas para su proceso de destrucción.
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