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A todos los compañeros de los medios de comunicación y a la opinión publica

Miguel Ángel Arrieta Martínez.

ACAPULCO, Gro., 06 Febrero 2016.- Hace aproximadamente dos horas, un apreciable amigo desde hace más de 25 años, reportero dedicado a cubrir la fuente policiaca, me advirtió que personas desconocidas intentaban obtener datos de mi domicilio y rutina de trabajo para transmitirme un mensaje personal de amigos guerrerenses radicados en California.
Obviamente, de acuerdo a la versión de quien detectó a estas personas, las palabras utilizadas por ellos no corresponden a las utilizadas en la redacción del anterior párrafo. En realidad, la llamada que recibí fue para alertarme ante la sospecha de un atentado contra mi persona.
Sin pretender incurrir en protagonismos hago responsable de lo que pueda sucederme a mí, a mi familia y a mi hogar a la representante del gobierno de Guerrero en California, Yolanda Pineda García; a Gaudencio Vélez,  representante del Club de Migrantes de Jaleaca de Catalán en Santa Anna, California, y a Aniceto Polanco, integrante del club de migrantes de Copala en Los Ángeles, California, ya que desde hace meses estos personajes han emitido amenazas en mi contra y debido a la publicación de una demanda ciudadana contra Yolanda Pineda en la última edición del periódico El Guerrerense, intensificaron sus descalificaciones hacia mi trabajo periodístico.
Debido a los antecedentes familiares de cada uno de ellos y su cercana relación con personajes involucrados en hechos delictivos, considero que las amenazas de los señalados son de serio riesgo, por lo que hago pública esta situación en tanto analizo los cauces legales para dejar constancia ministerial de estos hechos.
Quiero dejar en claro que a través de mis 33 años de ejercicio periodístico he enfrentado, al igual que todos quienes nos dedicamos al inigualable oficio de informar, obstáculos, presiones, amenazas e inconvenientes para el ejercicio de la libertad de expresión, pero nunca antes consideré necesario ocuparme de advertencia alguna, ya que mi convicción define esas situaciones como gajes del oficio periodístico.
Sin embargo, las circunstancias y los personajes a quienes señalo anteriormente, me obligan a establecer la actual amenaza como un serio riesgo, por lo que hago del conocimiento público estos hechos.
Atentamente: