GUADALAJARA,
Jal., 29 Diciembre 2015.- Un nuevo libro de Humberto Padgett, sobre el Estado
de Guerrero, donde se ha malbaratado la vida y la muerte.
¿Qué
más se puede decir del narcotráfico en México? Humberto Padgett lo demuestra en
“Guerrero”, su más reciente publicación en la que no sólo repasa los puntos más
determinantes de la violencia que azota al país en los últimos 30 años, sino
también la relación entre estas organizaciones criminales y las autoridades,
principalmente el Ejército.
“Es
una revisión histórica de cómo los militares se asociaron con narcotraficantes
desde la década de los setenta y con los cacicazgos políticos locales que
evolucionaron y han generado eventos, entre otros —el más importante—, la
desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, y de cómo hubo una condición
entre militares, caciques y narcotraficantes en oposición a las guerrillas
setenteras que son ascendentes directos de los mismos muchachos de Ayotzinapa”.
Padgett
—ganador de los premios de Periodismo Rey de España y Nacional de Periodismo—
puntualiza que estos conflictos radican desde una oposición ideológica de la
disidencia de izquierda y el negocio de la heroína: “Podemos observar que los
momentos de auge de consumo de esa droga en Estados Unidos han repercutido en
la condición de los derechos humanos en Guerrero, en la inestabilidad política
de la región”.
A
lo largo de más de 200 páginas de “Guerrero. Los hombres de verde y la dama de
rojo. Crónica de la Nación de Gomera”, Humberto Padgett narra —entre historias
y datos— su visita a los campos de amapola para charlar con los viejos gomeros,
los cortadores de la flor que es procesada en heroína, en un vaivén a la
llamada “Tierra Caliente” de Michoacán y Guerrero, así como a los sembradíos de
mariguana, para describir la microeconomía de la agricultura de las drogas
ilegales.
“Lo
que me parece interesante es que la exclusión social se ha convertido en un
verdadero aliciente para la narco-agricultura. Se nos ha mostrado una estampa
en la que el narcotráfico pareciera ser una estructura monolítica, muy
homogénea, pero hay grandes diferencias entre los campos de las drogas y los
agricultores, y los campesinos que la siembran”.
EN EL PAÍS DE LOS
CONTRASTES
Humberto
Padgett señala los contrastes que esta situación de violencia y crimen
presentan en el país, pues Guerrero —al mismo tiempo que es uno de los tres
estados más pobres— resulta ser el primer productor de heroína en México,
concentrando al menos 60% de su producción total.
“En
los 81 municipios que integran el Estado se siembran mariguana y amapola,
incluidos los municipios en los que tienen pobreza extrema superior al 80%,
ocho de cada 10 personas o más viven con hambre. Desde siempre ha sido una
industria terriblemente explotadora de las personas más pobres, y esa
explotación se ha incrementado en la medida en que la violencia se ha
convertido en el principal medio de negociación entre los grupos de disputa”.
Entre
asesinatos, migración por violencia, desapariciones, narco-agricultura y
gobiernos corruptos y coludidos con células criminales, el periodista —también
autor de “Las muertas del Estado”— argumenta que la muerte se ha convertido de
igual manera, en un cobro común que no sólo se manifiesta entre los bandos
contrarios que pelean por controlar la plaza en todos los sentidos, pues hasta
los agricultores orillados a prácticas ilegales son víctimas sin posibilidad de
defenderse.
“Hay
una permanente reflexión sobre la muerte. Guerrero es el Estado en donde más
muere gente en el país en este momento, en relación al crimen organizado. Las
esperanzas, aun en el mundo ilegal, se han reducido. La muerte es un elemento
consuetudinario. Un problema en Guerrero es cómo se ha malbaratado la vida y la
muerte. Antes la muerte era un último recurso, ahora es el primero”.
PERFIL, DE PREMIO EN
PREMIO
Humberto
Padgett León (México, 1975) estudió Periodismo y Comunicación Colectiva en la
UNAM.
Ha
sido galardonado en dos ocasiones con el Premio Nacional de Periodismo. También
ha obtenido el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, entregado
por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; el Premio Iberoamericano
de Periodismo Joven; el Quinto Premio de Periodismo América Latina, otorgado
por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la agencia Inter
Press Service, así como el Segundo Premio Nacional de Reportaje sobre
Biodiversidad. En enero de 2012 obtuvo, con Dalia Martínez Delgado, el Premio
Internacional Rey de España por el
reportaje “La república marihuanera. Así gobiernan los caballeros
templarios”, publicado en agosto de 2011 en la revista “Emeequis”.
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