CIUDAD
DE MÉXICO, DF., 17 Septiembre 2015.- Originario de Omeapa, una población
localizada a 15 minutos de Tixtla, donde se encuentra la Normal Rural Raúl
Isidro Burgos, Jhosivani Guerrero de la Cruz, es el segundo de los 43
desaparecidos en Iguala, que según peritos de la Universidad de Innsbruck, consultados por la PGR, murió calcinado en el
basurero de Cocula.
Nacido
en el seno de una familia de campesinos, Guerrero de la Cruz tenía 20 años
cuando decidió estudiar “por la
necesidad que se vive en el municipio y en el estado”, se asienta en un perfil
en el portal del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinola.
“No
me interesa tener novia”, le decía a Martina, su madre, quien dio una muestra
de ADN, quien según los peritajes de coinciden con el encontrado en una muestra
del río San Juan, según una semblanza de Tryno Maldonado para EmeEquis.
“Para
ir a la secundaria y a la preparatoria, Jhosivani tenía que caminar cuatro
kilómetros hasta la carretera, para tomar el transporte, y luego caminaba esos
mismos cuatro kilómetros de regreso. Toda la familia se dedica al campo y, al
ingresar a la Normal, él buscaba una oportunidad de sobresalir”, hablan sus
familiares con amabilidad, ante la incertidumbre.
Por
sus ojos, ligeramente rasgados y pequeños, y su complexión delgada de cuello
estilizado, sus compañeros se referían a él como Coreano.
EmeEquis
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