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La Casa Rosada y su humedad, además de su historia

BUENOS AIRES, ARGENTINA, 08 Febrero 2015.- En primavera, la Ciudad de Buenos Aires suele impregnarse de la humedad del Río de la Plata, especialmente la Plaza de Mayo por su cercanía al imponente caudal. En esa pequeña plaza, rodeada de altos edificios está la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo y uno de los edificios más bellos y emblemáticos de la
República Argentina.
Aunque esa humedad es microscópica, puede olerla y sentirla el par de jóvenes que a medianoche ensayan un tango frente al edificio -iluminado de noche con un rosa neón-, o los turistas que buscan el mejor ángulo para fotografiarlo. Pese a la trepidante vida bonaerense de fin de semana, y un apasionante activismo que constantemente la llena de manifestaciones, la Plaza de Mayo es de noche un corazón que late lenta y pacíficamente, es un palco ideal para admirar la Casa Rosada y su ecléctica arquitectura.
Al interior de sus muros, coronados por una frenética bandera albiceleste a causa de alguna sudestada, se ha decidido el destino del país sudamericano. Sus salones y oficinas han albergado a los protagonistas de la política argentina, desde Bernardino Rivadavia, su primer presidente; el carismático General Juan Domingo Perón y su esposa, Evita Perón -a quien el pueblo le sigue profiriendo gran admiración y cariño-, hasta los dictadores más repudiados como Jorge Rafael Videla y los presidentes más polémicos como Carlos Saúl Menem, así como los más contemporáneos como el extinto Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, actual presidenta.
En su largo proceso de construcción, la Casa Rosada, situada en la calle Balcarce número 50, ha sido objeto de distintas modificaciones. Hubo mandatarios que ordenaron su construcción, otros la ampliaron, algunos más demolieron parte del edificio o lo bombardearon durante los atropellos cometidos en las dictaduras militares, pero la Casa Rosada ha resistido los agitados tiempos políticos y hoy día es espacio bien conservado por el gobierno federal, que permite el acceso a algunas de sus oficinas y salones al pueblo argentino y a los visitantes casi todos los días del año.
Antes de la edificación de la Casa Rosada, los españoles comandados por Juan de Garay usaron el solar, situado originalmente junto al Río de la Plata para construir una fortaleza luego de la fundación de la ciudad, en el año de 1580. Años después, el gobernador Fernando de Zárate ordenó la construcción de un edificio amurallado, con foso y puente levadizo, dicha obra ocupó casi toda la superficie que actualmente ocupa la sede del Poder Ejecutivo.
A principios del siglo XVIII se construyó un sólido fuerte y se le ganó espacio al Río de la Plata, alejando el cauce del edificio. Ya en el período de la Independencia, el edificio amurallado que había sido residencia de gobernadores y virreyes españoles, albergó a las autoridades de los sucesivos gobiernos patrios: las Juntas, los Triunviratos, los Directores Supremos, los Gobernadores de Buenos Aires y el Primer Presidente de la Argentina, Bernardino Rivadavia.
A mitad del siglo XIX, la edificación había sido abandonada y parcialmente demolida, pero cobró importancia de nuevo en el año de 1862, cuando el presidente Bartolomé Mitre ocupó de nuevo el edificio, remozando la antigua residencia oficial del fuerte. Su sucesor, Domingo Faustino Sarmiento ordenó embellecer la morada del Poder Ejecutivo Nacional, dotándola de jardines y pintando las fachadas de color rosado –a base de cal y sangre animal-, tonalidad con la que, posteriormente, se continuó caracterizando.
En 1873, Sarmiento ordena la construcción del edificio de Correos y Telégrafos en la esquina de las calles Balcarce e Hipólito Yrigoyen, junto al antiguo fuerte que ocupaba como casa de gobierno. El proyecto corrió a cargo del arquitecto sueco Carlos Kihlbrg, quien usó estilos del neo renacimiento italiano y estilos afrancesados en su diseño.
Años después, y dado el imponente estilo arquitectónico del edificio de Correos junto al antiguo Fuerte, el presidente Julio Argentino Roca decidió demoler éste y construir un nuevo Palacio de Gobierno en la esquina de las actuales calles Balcarce y Rivadavia, edificación similar al vecino Palacio de Correos. El proyecto estuvo a cargo del arquitecto sueco Enrique Aberg, quien construyó un edificio similar del de Correos pero dotándolo de un balcón frontal para el uso de las autoridades en actos cívicos.
Ambos edificios se unieron en 1886 mediante el pórtico que hoy constituye la entrada de la Casa Rosada tiene como frente la Plaza de Mayo. La unificación de ambos edificios corrió a cargo del arquitecto italiano Francesco Tamburini. La Casa Rosada fue inaugurada oficialmente en 1898, durante la segunda presidencia del General Julio Argentino Roca.
Del oscurantismo a la música
Aunque la mayor parte de las actividades del o la presidenta en turno se realizan en la Residencia Presidencial Olivos, los salones y el despacho presidencial continúan recibiendo al titular del Poder Ejecutivo, y abre sus puertas diariamente para que los argentinos y los turistas conozcan algunas de las áreas del histórico edificio, cuya seguridad corre a cargo de elementos de la Casa Militar, del Ejército Argentino, del Regimiento de Granaderos General San Martín y de la Policía Federal Argentina.
La Galería de los Patriotas Latinoamericanos se inauguró el 25 de mayo de 2010 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y ahí se exhiben pinturas de distintos personajes que contribuyeron en la construcción de mejores gobiernos para sus países y mejores condiciones de vida para sus habitantes.
Son 38 personalidades del continente americano los que la Casa Rosada y el gobierno de Argentina honra, entre los que destacan el caudillo peruano Tupaj Katari; el presidente argentino Juan Domingo Perón; su esposa Eva Duarte de Perón, Ernesto “Che” Guevara; el presidente mexicano Benito Juárez; los caudillos  mexicanos Emiliano Zapata y Pancho Villa, entre otros personajes que influyeron en la historia de los países americanos.
El Salón Blanco ubicado en el primer piso de la Casa Rosada, es el recinto donde el gobierno argentino realiza los actos de mayor importancia, aquí, cada presidente elegido recibe la banda y el bastón presidencial,  también los funcionarios de primer nivel hacen su juramento de servicio a la nación e igualmente los embajadores presentan sus Cartas Credenciales en este recinto.
Desde el Salón Blanco, el o la presidenta emite sus discursos de mayor trascendencia a la nación, desde aquí, algunos presidentes de facto condenaron al país a épocas de oscurantismo, represión y persecución de sus opositores, cobrando la vida de 30 mil personas. Pero también el Salón Blanco ha sido escenario de mejores tiempos, como el ciclo “Música en el Salón Blanco”, que durante el mandato de Néstor Kirchner, llevó a diversos artistas como Luis Alberto Spinetta, Charly García y Miguel Mateos, entre otros a interpretar su música popular en las entrañas de la Casa Rosada.
Otra área emblemática de la Casa Rosada y multi-fotografiada por los visitantes es el Salón Eva Perón, el antiguo despacho de la Primera Dama que fue remodelado hace un par de años para homenajearle, y que contiene algunos objetos personales, como el escritorio que usaba en la Casa Rosada, la sala de su hogar y un vestido rojo con puntos blancos que usó alguna vez en un acto público.
E, igual de interesante como el Despacho Presidencial, colmado de madera fina en muebles de oficina y paredes, y con una mesa gigante donde los ministros se reúnen con el presidente para decidir el futuro del país, está la Galería de Ídolos Populares, con el que el gobierno de Argentina honra también a sus artistas, específicamente 83 músicos, músicas y artistas del cine, la televisión y el espectáculo como como Charly García, Carlos Gardel y Sandro, entre otros.


Juan Carlos Gutiérrez E.